sábado, 9 de abril de 2022

El Cristo Yacente de la desaparecida capilla del Cementerio General “El Ángel" de Lambayeque.

Cristo Yacente. Mesa de Altar, Capilla de La Cruz del Siglo XX, en Lambayeque (Memo Luna, 2022)

En el verano de 1891, un recurrente fenómeno El Niño, considerado por los especialistas como un probable Niño costero “muy fuerte”, afecto severamente el Cementerio General “El Ángel”, a cargo de la Sociedad de Beneficencia Pública de la generosa y benemérita ciudad de San Pedro de Lambayeque. 

Debemos agregar, que éste lamentable evento natural fue el primero que, en su época, fue estudiado científicamente y su origen se atribuyó, en su momento, al aumento de la temperatura del mar.

El cíclico y fatídico evento natural se repitió cuatro años después, en el verano de 1895. En esta ocasión el cementerio de Lambayeque, a cargo de la Sociedad de Beneficencia Pública de esta ciudad, se arruinó totalmente.

Todo esto, a consecuencia del extraordinario volumen de las copiosas lluvias y, más que todo, por la inundación de las aguas que, en esta ciudad, fueron desviadas más al norte de lo que fuera el molino Mocce (situado al norte de la ciudad) propiedad del Sr. Sebastián Oneto Dall'Orso, con el único objeto de proteger: tanto el molino, como la ciudad de una inminente inundación.

La familia Cartagena, de vasta raíz lambayecana, muy devota y dotada de un alto espíritu de servicio, a la par de estar muy bien relacionada con los principales elementos de la sociedad local y fuera de Lambayeque, se encargó de organizar el trabajo de levantar el arruinado cementerio. Para esto contó con el desinteresado apoyo de mucha gente del pueblo y de las principales autoridades de la localidad.

Creemos oportuno manifestar: que el personal del pueblo, que entusiastamente participó en las tareas de reconstrucción del cementerio y su capilla, no percibió ningún jornal, tan solo una ración de alimento. No cabe duda, eran otros tiempos.

Tal fue el entusiasmo generado en la población que, al año siguiente, en horas de la mañana del 2 de noviembre de 1896, se inauguraba el reconstruido Cementerio General “El Ángel” de Lambayeque, propiedad de la Sociedad de Beneficencia Pública de esta ciudad.

En esa misma fecha se trasladó desde la iglesia San Pedro de esta ciudad la imponente efigie, realizada a finales del siglo XIX (en madera de cedro y policromada), de Cristo Yacente, colocado en una elegante urna de madera pintada de blanco, ribeteada de molduras forradas en pan de oro y vidrios de cristal transparente. 

En esa oportunidad, también se inauguró la sugestiva capilla del cementerio, con sus torrecillas campanario y oratorio. Se sabe que la mencionada capilla poseía una cripta, espacio, bajo tierra, donde fueron sepultados algunos personajes ilustres de la localidad. 

Debemos manifestar también: que la talla de Cristo Yacente fue mandada elaborar, exclusivamente, para la hoy desaparecida capilla del Cementerio General "El Ángel", de  Lambayeque.

Veamos, a continuación, el “Programa” de festejos que con motivo de la inauguración del cementerio se comenzó a gestar un mes antes de aludida fecha.

 PROGRAMA

 2 de Noviembre de 1896

7.30 am. La sagrada Efigie de Nuestro Señor Jesucristo, en el Santo Sepulcro, será conducida a la Iglesia Matriz, en procesión solemne hasta el óvalo, en una elegante Urna cerrada de lunas transparentes que dejarán visible la Venerable Imagen del Salvador: Construida expresamente para la Capilla del Panteón.

9 am. Previo anuncio por las campanas de las torres de la moderna Capilla, se hará la bendición del Oratorio cuya ceremonia será apadrinada por el caballero, Sr. Nicolás Álvarez Calderón y la respetable matrona Sra., Isabel Camino de Olivares.

10 am. Misa de réquiem, después de la cual los fieles podrán entregarse a las prácticas devotas que su piedad los inspire. Una rifa de preciosos y elegantes objetos, obsequiados por numerosas señoras y señoritas, para que su producto sea dedicado a las obras que se inauguran, principiara después de terminadas las ceremonias religiosas.

 Lambayeque Octubre de 1896. 

El COMITE

El fraile dominico Ángel Menéndez Rúa, autor del "Boceto Histórico de la Iglesia de Lambayeque", obra de la cual hemos extractado el anterior PROGRAMA, nos narra que para el día de la inauguración del cementerio lambayecano había habido "tren extra desde el Puerto de Eten. Concurrieron todas las Autoridades incluso las del Ejército con la Banda, recientemente instalado en la ciudad" (sic) (Ob. cit. 1935: 184).

Seguidamente anota: 

    "En este mismo día se bendijeron todos los ornamentos nuevos obsequio y propiedad de la familia Cartajena con el fin de dedicar su óvolo de capillo a las obras iniciadas. Un Cáliz de plata sobredorada, Padrinos, Dn. Sebastián Oneto con la Sta. Blanca Aurich. Una casulla negra, Padrinos, Dn Benjamín Burga con la Sea. de Ricardo Salcedo. Un Misal dorado por el canto, padrinos, Dn Aurelio Ruiz con la Sra. Dñ. Lastenia Pella Un Sillón, padrinos, el coronel Puente con su Sra. Rosa Ayulo de Puente. Unas Vinajeras de plata, padrinos, Dn. Manuel Carmona con la Sra. Aurora de Descalzi. Una Capa Pluvial, padrinos, Dn. Genaro Barragán con la Sra. Mercedes Regalado de Carmona" (sic) (Ibid.). 

En una de las tantas notas que se encuentran escritas, de puño y letra, en una de las libretas de apuntes que llevaba siempre consigo Hans Heinrich Brüning, que rescata y traduce, al castellano, el alemán Bernd Schmelz (del Museo de Hamburgo), Brüning nos da detalles de una “misa fúnebre” efectuada en el cementerio general “El Ángel” de Lambayeque, el 20 de setiembre de 1909.   

En esa fecha, el ilustre alemán, asistió a una “misa fúnebre” organizada por las tres hermanas Cartagena, conmemorando el 36 aniversario del cumpleaños de su progenitora. La misa fúnebre se realizó en la hoy desaparecida capilla del cementerio “El Ángel” de Lambayeque, Campo Santo donde se encontraban sepultados los restos de la madre de éstas, en su tiempo, reconocidas católicas y benefactoras lambayecanas.

La impresión que le causó el cementerio, a primera vista, no fue del todo buena. Así lo deja entrever cuando en su libreta de campo, muy sucintamente, se ocupa de él.

Hans Heinrich Brüning

“La portada grande”, como la denominara Brüning, en sus notas, le impactó desde un principio. Era una magnifica portada de acceso principal al Campo Santo lambayecano, con su arco conopial (de estilo neogótico), enmarcado por una larga pilastra a cada lado, con machones, a ambos lados, para su soporte, todo rematado en un singular frontón calado y triangular. 

De esto se desprende, que, Brüning, siempre pensara “que el cementerio tuviera mausoleos bonitos” (Bernd Schmelz, 2021: 76), y lo que observó al interior del cementerio relativamente lo decepcionó, al percatarse de que casi se trataba de un “yermo” (un árido terreno con escasísima vegetación).

Cementerio General El Ángel de Lambayeque (1919). En esta antigua vista se puede apreciar la potada principal, a la derecha, y a la izquierda la portada, en ochavado, del lado sur. Al fondo la hoy desaparecida y vistosa capilla, con sus torrecillas campanario.  (Fotografía Juan Dégola Chávez. Colección: Vicente Gustavo Sierra León).

Dejemos que sea el mismo Brüning, el que nos narre, a su manera, el real aspecto que mostraba el cementerio lambayecano, en 1909. Veamos: 

    “No son 10 monumentos y cruces crudas medio descompuestas, cruzadas sin disposición; en la pared frontal se encuentran tres filas de nichos, uno encima del otro, sin inversión de flores o ramos, así como encontrado a la pampa. Solamente enfrente del portal se encuentra una capilla de buen estado estructural, el trabajo de las tres hermanas de Cartagena. Unos pocos nichos con tapas de mármol; todo el resto solamente con yeso, el nombre crudo rayado o escrito en colores, a veces con los días de la muerte… En el altar de la capilla una caja de cristal grande, con Jesús en la tumba, tamaño natural” (sic) (Bernd Schmelz, 2021: 76,77).

Ahora bien, el verano de 1925, también resultó fatídico para la ciudad de Lambayeque. Nuevamente la nefasta presencia del recurrente fenómeno de “El Niño” del bienio 1925 – 1926, en nuestro litoral (catalogado de “muy fuerte” por los especialistas), acompañado de torrenciales lluvias y consecuentes inundaciones, puso en eminente peligro, por el lado norte, a la ciudad de Lambayeque. La inundación alcanzó a inundar y destruir el Cementerio General “El Ángel”, de esta generosa y benemérita ciudad.

Tal fue la catástrofe, que se tuvo que habilitar un cementerio provisional en un alto médano, cercano al lugar donde estuvo el antiguo y desaparecido hospital betlemita, casi a la altura del desaparecido puente de la “Carramuca”, al noroeste de la ciudad, camino a la rama de San Romualdo.

El antiguo y desaparecido puente de Lambayeque (17 de marzo de 1910), que perteneciera a la cofradía del Santísimo Sacramento de la Iglesia San Pedro de esta ciudad. Única vía de acceso a la ciudad por el lado norte. Se encontraba situado en lo que hoy es la calle Baca Matos, a la altura de la calle José Gálvez de esta ciudad. De ahí el viejo nombre de esta última calle, denominada antiguamente como calle “del Puente” o del “Puente viejo”. (Colección: Miguel {Ángel Diaz Torres).

A raíz del fatal acontecimiento, del verano de 1925, Menéndez Rúa, escribe: 

    "Gamaliel Portilla, vecino de esta ciudad, acompañado de otros varios, sustrajeron la imagen del Señor Yacente de la inminente ruina que amenazaba la destrucción de la Capilla, como así sucedió nada más poner a salvo la Efigie, la cual se venera en esta Iglesia, esperando el buen día de poder ser trasladada procesionalmente a una nueva Capilla que en la necrópolis se le haga”. (Ob. cit. 1935: 184 - 185).

Efectivamente, la imagen de Cristo Yacente de aproximadamente 1.80 m. de longitud, se encontraba ubicado, conjuntamente con la urna que lo contenía, al interior de la mesa de altar, realizada en yeso fuerte, que se encuentra, hasta nuestros días, a los pies del retablo barroco de la Virgen de Dolores, comúnmente denominada, en Lambayeque, como La Madre Dolorosa. El retablo de estilo barroco, compuesto de un solo cuerpo y forrado enteramente de finas hojas de pan de oro. se emplaza en el primer cuerpo de la torre campanario del lado sur de la iglesia, nave de la Epístola. (Izquierdo Castañeda, 2012: 21 - 22).

            Capilla de la Virgen de Dolores o La Madre Dolorosa. Iglesia San Pedro de Lambayeque (Memo Luna, 2018)

En la actualidad la efigie de Cristo Yacente, que, como hemos visto, perteneciera a la desaparecida capilla del Cementerio General "El Ángel" de la generosa y benemérita ciudad de San Pedro de Lambayeque, se encuentra en la magnifica mesa de altar de la remozada Capilla de "La Cruz del Siglo XX", en el pujante y laborioso pueblo joven “San Martín de Porres”, de esta ciudad.


Singular altar de la Capilla de La Cruz del Siglo XX, en Lambayeque (Memo Luna, 2022)

Bibliografía

Centenario del Museo Brüning. 1921 - 2021. Editor: Carlos Wester La Torre. Talleres Gráficos de EMDECOSEGE. La Victoria – Chiclayo. Julio de 2021.

IZQUIERDO CASTAÑEDA, Jorge. Folleto. Semana Santa en Lambayeque. Municipalidad Provincial de Lambayeque. Gerencia de Desarrollo Económico – Área de Turismo. 2012.

MENÉNDEZ RÚA, Ángel. Boceto Histórico de la Iglesia de Lambayeque. Imprenta La Gaceta. Lambayeque. 1935

 Fotografía 

Guillermo Luna Lorenzo (Memo Luna).

Juan Dégola Chávez. Colección: Vicente Gustavo Sierra León.

Colección particular: Miguel Ángel Diaz Torres.

 



 

 


































 

 

  

  



 

 


  

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