lunes, 4 de julio de 2022

La efigie del apóstol San Pedro. Iglesia San Pedro de Lambayeque.



Apóstol San Pedro. Iglesia san Pedro de Lambayeque (Memo Luna, 2021)

Al interior de la monumental iglesia San Pedro de Lambayeque, declarada Patrimonio Cultural de la Nación mediante R.S. N.º-2900-72-ED, se encuentra una lograda imagen del apóstol San Pedro, considerado, en el mundo católico, como el “Príncipe de los Apóstoles”. 

Antes que todo, y sobre el tema, debemos mencionar: que desde finales de 1890 la antigua capilla doctrinal o ramada de San Pedro, una de las cuatro con que contó el pueblo de Lambayeque, se comenzó a denominar “Capilla San Francisco de Asís”. Todo esto, a raíz del expreso pedido de las hermanas de la Orden Tercera de San Francisco de Asís de Lambayeque, fundada, el 5 de octubre de 1885, por doña María del Carmen Salcedo de Leguía, madre del presidente don Augusto B. Leguía Salcedo. (Izquierdo Castañeda, 2005: 4). 


 Antigua ramada de San Pedro, hoy Capilla "San Francisco de Asís (Memo Luna, 2014)

Gracias a los denodados esfuerzos y sacrificios desplegados por esta Orden, se logró refaccionar, por aquellos años, la ramada de San Pedro, que se encontraba, desde tiempo atrás, en completo abandono y a su suerte debido a su mal estado de conservación, como fatal consecuencia de la fatídica y recurrente presencia del Fenómeno de “El Niño”, de los veranos de 1891 y 1895, al extremo que los custodios de la antigua efigie del apóstol San Pedro, que se encontraba en esta capilla, no tuvieron otro remedio que trasladarla a la iglesia matriz.

Por lo que, hasta el momento, hemos podido investigar, podemos asegurar que en el templo lambayecano no se ha dado el caso de colocar la imagen, efigie o estatua, del santo patrón de la ciudad en el centro de la iglesia, justo encima del Sagrario o tabernáculo. Lo que hemos descubierto es que, en el antiguo retablo mayor consumido por un voraz incendio en 1891, se encontraba, en posición preferente, una imagen de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, desparecida también en el fatal siniestro ocurrido en ese año.  

En la iglesia matriz, y poco después del traslado de la imagen de San Pedro a ésta, se construyó un pequeño y rustico retablo de madera para el apóstol, que se encontraba justo a la entrada del templo, en el primer tramo de la nave principal.

Lo que sabemos, según testimonio oral de viejos lambayecanos, es que, por varios años, la señorita Victoria Ramírez se encargó de la custodia de la efigie de San Pedro. Ella misma se encargaba de recoger las velas que alumbraban diariamente su modesto pedestal, y ella también le mandaba oficiar la misa en el día de su festividad, el 29 de junio de cada año.

Allí se mantuvo la efigie dieciochesca del apóstol hasta la década de los 40s del pasado siglo, dificultando, con el tiempo, el tránsito al interior de la misma. A raíz de esto, la imagen fue colocada en la hornacina del lado izquierdo del altar mayor de la iglesia, en sustitución de una antigua talla de vestir o candelero, con corona y azucena de plata, de la Virgen María con el Niño, hoy desaparecida.

Aquí debemos agregar: que, hasta las primeras décadas del siglo pasado, el altar mayor, que data. Como hemos visto, de 1899, mantenía esa disposición tradicional de colocar a la Virgen María al lado izquierdo y a San José en el derecho, Esa colocación no es casual, aunque no existan normas o reglas específicas en relación a esta disposición. Una irrefutable prueba de esto lo constituye la toma fotográfica que el ilustre alemán Hans Hendrich Brüning captara, en 1911, con motivo de una de las celebraciones de Semana Santa en esta ciudad.


Antiguo Monumento, a los pies del altar mayor de la iglesia San Pedro de Lambayeque (Brüning, 1911)

Si observamos detenidamente, con ojos escrutadores, veremos que, a todas luces, se trata de efigies de candelero o de vestir, y ambas, tal vez, de mediados del siglo XVIII. Su paulatino deterioro, a raíz de su antigüedad, y los ya vetustos ajuares con que se las vestía y adornaba, fueron, no cabe duda, los principales motivos para que se las sustituyera. 

Vista en detalle de la imagen de vestir o candelero de San José con el Niño, hoy desaparecida, que se encontraba en el lado derecho del altar mayor de la iglesia hasta promediar la década de los 50s del pasado siglo. (Brüning, 1911). La efigie fue sustituida por una imagen contemporánea de Santo Domingo de Guzmán.

Como hemos visto anteriormente, la talla del apóstol San Pedro, patrono de la ciudad, ocupó el lugar de la Virgen María con el Niño y la imagen de Santo Domingo de Guzmán el del Patriarca San José con el Niño.


Altar mayor de la iglesia San Pedro de Lambayeque (Memo Luna, 2014)

En lo que respecta a la imagen contemporánea de Santo Domingo de Guzmán (realizada en yeso policromado, de tamaño natural y ojos de vidrio), demás esta decir que su ubicación en el altar mayor fue promovida y ejecutada por los frailes dominicos, asentados en nuestra ciudad desde 1923.

Ahora las cosas han vuelto a su disposición tradicional, aunque, repetimos, no existe ninguna regla imperativa al respecto. Sin embargo, buen número de templos católicos presentan este arreglo en su altar mayor o principal. 

Vista reciente del altar mayor con el arreglo tradicional (Memo Luna, 2022)
       

Por la década de los 60s del pasado siglo se fundó la “Hermandad de San Pedro” o "El Apostolado de San Pedro". institución que actualmente se encarga de su custodia, mantenimiento y festividades.

En la actualidad la efigie, del Patrono de la iglesia y de nuestra ciudad, se encuentra colocada, temporalmente, en la hornacina principal del recientemente restaurado retablo, de estilo neoclásico, del Señor de la Columna y San Pedro Arrepentido, ubicado en la nave de la epístola de la monumental iglesia lambayecana. 


La efigie del apóstol San Pedro, colocada, temporalmente, en la hornacina principal del retablo del Señor de la Columna. Iglesia San Pedro de Lambayeque (Memo Luna, 2021).


Detalle del logrado rostro del apóstol San Pedro, cubre su cabeza una mitra preciosa. (Memo Luna, 2021)


En torno a la efigie del apóstol San Pedro

Patrono de la ciudad de Lambayeque

No contamos, hasta el momento, con suficientes datos en torno al proceso vital de esta magnífica escultura. Lamentablemente, como sucede con casi la totalidad de antiguas esculturas en este templo, no nos es posible dar con el nombre del artífice de muchas de estas singulares tallas. Esto obedece, sobre todo, a la nula o escasa papelería afín (libros de fábrica o conciertos de obra), en los archivos públicos y eclesiásticos de nuestra región.

Sin embargo, hace algún tiempo atrás tuvimos la suerte de exhumar, de entre la copiosa papelería que se conserva en el Archivo Regional de Lambayeque (ARL), un inédito e interesante dato inserto en una de las cláusulas del testamento que, ante el notario de cabildo y público don Francisco Lino de Herrera, otorgara don Juan Niño de Figueroa, en 1720. Niño de Figueroa era oriundo de la villa de Santiago de Miraflores de Saña, con residencia en el pueblo de Lambayeque. Su oficio: Maestro de Carpintería, y, a la vez, alférez de milicias disciplinadas.

La citada cláusula, a la letra reza:

    “Ítem. - es mi voluntad que la efigie del glorioso Señor San Pedro que tengo en mi casa con su bestuario y silla y veinte masetas curiosas que tengo en mi poder se entreguen al mayordomo de la cofradía del glorioso santo de este pueblo de Lambayeque, por tenérselo donado mucho tiempo a, y haverlo hecho a mi propia costa para este fin”. (sic) (ARL. Lino de Herrera 1720 – 21. Legajo N° 03).

No estamos del todo seguros en cuanto a si esta imagen, costeada hace tres siglos atrás por don Juan Niño de Figueroa, corresponde a la que actualmente se encuentra en la iglesia lambayecana. Nosotros no podemos afirmarlo, constituiría un vano intento. Esta es una tarea, una delicada labor, que deben resolver expertos en el tema. Lo que resulta curioso es que no hemos encontrado, hasta el momento, una vieja cofradía bajo esta advocación en la iglesia lambayecana, tal y conforme lo manifiesta don Juan Niño de Figueroa en el instrumento de su última voluntad.

Se trata de una talla barroca, de vestir y articulada, realizada en madera y policromada, con ojos de vidrio. El “príncipe de los apóstoles”, aparece observando de frente y en posición sedente (entronizado). Se le representa no como apóstol sino como Papa, por sus vestiduras. Su rostro es serio y hierático, con bigote, barba corta y rizada. Lleva tiara papal, sobre la cabeza calva, y en ocasiones solemnes viste una rica capa púrpura y estola. Sustenta en su mano derecha dos llaves de plata, que es el atributo más habitual del santo y que simboliza el poder que le concedió el Supremo Varón, y en la mano izquierda un pescado también de plata.

Apóstol San Pedro con sus principales atributos de plata, la tiara papal, las llaves y el pescado (Valentino Juan, 2022).


Vista en detalle del magnifico rostro y la tiara papal de plata del apóstol San Pedro (Valentino Juan, 2022).

Debemos agregar: que en un inventario realizado el 16 de junio de 1902, en la parroquia de Lambayeque, se registran los objetos de plata que, por aquella época, pertenecían a dicha imagen. Así tenemos:

    “Una tiara de plata con dos piezas colgantes, también de plata. Un pescado de plata. Seis canutos de plata. Dos perillas de plata. Una paloma de plata. Dos llaves de plata. Al margen se puede leer: Lo enmendado, corona y báculo = vale = (sic) (Archivo Parroquial de Lambayeque (APL).



Bibliografía

IZQUIERDO CASTAÑEDA, Jorge. La Ramada de San Pedro en Lambayeque. Informe histórico. Suplemento Dominical del Diario “La Industria” de Chiclayo. 2005.

 

Documentos

Archivo Regional de Lambayeque (ARL)

Testamento de don Juan Niño de Figueroa. Escribano: Lino de Herrera. Protocolo: 1720 – 21. Legajo No 03).

Archivo Parroquial de Lambayeque (APL)

Inventario. Parroquia San Pedro de Lambayeque. Hojas sueltas. 16 de junio de 1902.

 

Fotografía

Hans Hendrich Brüning

Guillermo Luna Lorenzo

Valentino Juan