martes, 28 de julio de 2020

LA PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ. LOS PREVIOS Y DECISIVOS DÍAS

Hipólito Unanue, José de la Riva Agüero y Toribio Rodríguez de Mendoza, suscribiendo el Acta de Independencia 

Hace 199 años el Perú nació como República independiente después de una larga, penosa y cruenta guerra civil. En esta entrega recordaremos, juntos, como fueron los días anteriores a la Jura de la Independencia en la ciudad de Lima, efectuada en horas de la mañana del sábado 28 de julio de 1821.  Fecha que la historia oficial ha señalado como Día Nacional.
   
DÍA VIERNES 5 DE JULIO DE 1821

El virrey del Perú José de la Serna, abandona la ciudad de Lima con rumbo a la sierra central. En el Callao solo queda una guarnición realista, acantonada en la Fortaleza del Real Felipe, a órdenes de José Domingo de la Mar y Cortázar. Destacado militar natural de Cuenca (Ecuador). Pasado a las filas patriotas fue elegido, por el Congreso de la República del Perú, presidente de del Perú en dos ocasiones (1822 - 1823 y 1827 - 1829). Tuvo destacada participación en la gloriosa batalla de Ayacucho. 

DÍA MARTES 9 DE JULIO

Las primeras tropas del Ejército libertador hacen su ingreso a la ciudad de Lima.

DÍA VIERNES 13 DE JULIO

En horas de la noche, de este día, el general José de San Martín y Matorras hace su ingreso a la capital.

El marino británico Basil Hall, que acompaño al ilustre argentino en su ingreso a Lima, describe este momento:

    "En vez de venir con  pompa oficial, como tenía derecho a hacerlo, esperó que obscureciese para entrar a caballo y sin escolta, acompañado por un simple ayudante. En realidad fue contrario a su intención primitiva de entrar a la ciudad ese día, pues estaba fatigado y deseaba ir tranquilamente a descansar en una quinta situada a legua y media de distancia para entrar la mañana siguiente al venir el día.
Había desmontado, en consecuencia, y apenas alojado en un rincón bendiciendo su estrella por estar alejado de los negocios, cuando entraron dos frailes que por uno u otro medio habían descubierto su retiro. Cada uno le dirigió un discurso que fue escuchado con su habitual bondad." (Extract from a journal written on the coast of Chile, Perú and México 1820-1822. Edimburgh, 1824).

SABADO 14 DE JULIO

El general José de San Martín, instalado ya en el antiguo Palacio de los virreyes, invitó al Ayuntamiento a jurar la Independencia. Dicho Ayuntamiento estaba presidido por el alcalde don Isidro de Cortázar y Abarca, noble marino español que ostentaba el título de V Conde de San Isidro.

DOMINGO 15 DE JULIO

Dando cumplimiento al pedido de San Martín, el alcalde del cabildo limeño convoco a los vecinos de la capital en cabildo abierto. “Sin embargo, no fueron citados todos los ciudadanos de Lima, sino solo los regidores perpetuos, los títulos de Castilla, los miembros de las órdenes militares, el cabildo eclesiástico y los titulares de familias distinguidas. El resto fue totalmente excluido, incluido el pueblo llano” (Acta de Independencia del Perú. Wilkipedia, la enciclopedia Libre).

Acta de la Independencia 

    "En la ciudad de Los Reyes, el quince de julio de mil ochocientos veintiuno. Reunidos en este Excmo. Ayuntamiento los señores que lo componen, con el Excmo. e Ilmo. Señor Arzobispo de esta santa Iglesia Metropolitana, prelados de los conventos religiosos, títulos de Castilla y varios vecinos de esta Capital, con el objeto de dar cumplimiento a lo prevenido en el oficio del Excmo. Señor General en jefe del ejercito Libertador del Perú, Don José de San Martín, el día de ayer, cuyo tenor se ha leído, he impuesto de su contenido reducido a que las personas de conocida probidad, luces y patriotismo que habita en esta Capital, expresen si la opinión general se halla decidida por la Independencia, cuyo voto le sirviese de norte al expresado Sr. General para proceder a la jura de ella. Todos los Srs. concurrentes, por sí y satisfechos, de la opinión de los habitantes de la Capital, dijeron: Que la voluntad general está decidida por la Independencia del Perú de la dominación Española y de cualquiera otra extranjera y que para que se proceda a la sanción por medio del correspondiente juramento, se conteste con copia certificada de esta acta al mismo Excmo. y firmaron los Srs.: El Conde de San Isidro- Bartolomé, Arzobispo de Lima, Francisco Javier de Zárate- El Conde de la Vega de Ren- El Conde de las Lagunas-Toribio Rodríguez-Javier de Luna Pizarro-José de la Riva Aguero-El marquez de Villa fuerte ..."

Pronunciada la capital por la independencia debía realizarse su proclamación con la solemnidad propia de la importancia de tan trascendental acto en la vida del país. Así lo entendieron el cabildo abierto, el general San Martín y el Ayuntamiento. De allí que en el acta del 15 de julio, anteriormente transcrita, se expresa: “que se proceda a su sanción por medio del correspondiente juramento”. El mismo día San Martín emite un oficio de respuesta al alcalde diciéndole: “que corone la obra disponiendo que a la mayor brevedad se proceda a hacer los preparativos para solemnizar el augusto acto… y que sea con la pompa y majestad correspondiente a la grandeza dl asunto y al decidido patriotismo de sus moradores”.

DÍA LUNES 16 DE JULIO

POR LA MAÑANA.

“La Gaceta del Gobierno de Lima Independiente”, el periódico de la ciudad, daba cuenta de los sucesos acaecidos el día domingo. Y, no obstante, haber participado la mayoría de los ciudadanos en los actos mencionados “todos” compraron el periódico para leer lo que se decía sobre la declaración de la independencia”. La Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, decía: “la declaración pública de la voluntad popular le hizo advertir – a la ciudad de Lima – que entraba por primera vez en el ejercicio de los derechos de un Pueblo independiente y libre…”, el subrayado es nuestro.

En sesión realizada en este mismo día, el Ayuntamiento “para proceder a la jura de la independencia de la capital con el esplendor y lucimiento que exige un acto tan solemne, acordó comisionar al señor Conde de san isidro Alcalde de primer Voto, y a los señores regidores Conde de la Vega del Ren y doctor don Manuel Pérez de Tudela, esperando del celo y actividad de dichos señores que contribuyan a que se verifiquen aquéllos como corresponde a un acto tan deseado por todos los habitantes de esta capital y del que resultan a la América bienes de mayor consideración”.

Al mediodía hubo un bando por el cual se ordenaba que el vecindario iluminase profusamente sus casas a partir del día 17 hasta el 29 de julio.

Estando la harina muy escasa en la ciudad, el vicealmirante británico Lord Thomas Cochrane recibió órdenes del generalísimo San Martín para que desembarcara en Chorrillos 200 fanegas de trigo del navío “San Martín”, surto en esta bahía.
Realizado el desembarco, la nave se desfondó y se fue a pique, debido al sobrepeso soportado, que consistía en el botín tomado por el general, de nacionalidad británica, Guillermo Miller, en sus maniobras en Arica y Pisco.

POR LA TARDE

El campamento del ejército patriota en La Legua, se convirtió en lugar obligado de paseo por el pueblo limeño que no se cansaba de contemplar y “admirar a los bizarros soldados de San Martín. Hubo otros grupos que se dirigieron a Chorrillos a ver los restos de la nave de Cochrane que se había hundido”. Todo era una fiesta, más aún con la provisión de harina que ya se hallaba en camino a Lima.

DÍA MARTES 17 DE JULIO

POR LA MAÑANA

A tambor batiente se anunció que permanecería todavía abierta en todas las salas capitulares de la ciudad el Acta de la Independencia y que podrían suscribirla quienes aún no lo habían hecho.

Esa misma mañana, el Cabildo invitó a Lord Cochrane para que visitara la ciudad, ya que había permanecido en Chorrillos.

POR LA TARDE

A las 5 de la tarde, Lord Cochrane hace su entrada a la capital por la Portada de Guadalupe. Despreció así el carruaje que le envió el Marqués de Montemira don Pedro José de Zárate y Navia Bolaño. Una copiosa comitiva lo acompañaba, en medio de los vítores y aplausos de la multitud, congregada a lo largo del trayecto para darle la bienvenida.

Lord Cochrane llego a palacio a las 6 de la tarde y la recepción y saludos que se le tributaron se extendió hasta “crecida la noche”. El general San Martín, que no estaba en muy buenas relaciones con el almirante, se había retirado a su campamento. La “comidilla”, como es de suponer, fue el evidente distanciamiento entre el ilustre argentino y el jefe de la escuadra patriota.

Lord Thomas Cochrane

DÍA MIÉRCOLES 18 DE JULIO

POR LA MAÑANA

El Arzobispo de Lima, Bartolomé María de las Heras, se trasladó a La Legua, con el fin de presentar sus saludos al general San Martín.

En este mismo día, San Martín, emite un Bando por el que se ordena se quitara todo emblema español que hubiese en los edificios de la ciudad, aunque ya el pueblo se había anticipado en cumplirlo.

En este mismo día también, San Martín envía, con uno de sus fieles ayudantes, el diseño del estandarte con que se debería jurar la Independencia, a la Comisión encargada de los preparativos.

Quedó organizada también una Guardia Cívica, con el fin de sustituir a los efectivos del Regimiento español “Concordia”. El flamante cuerpo fue puesto a órdenes del Marqués de Torre Tagle, a que le otorgaron el grado de coronel.

Confección del Estandarte de la Patria

El conde la Vega del Ren, don José Matías Pascual Vázquez de Acuña Menacho y Ribera, en ejercicio del acuerdo del Ayuntamiento, dictó las órdenes pertinentes para que se proceda a la hechura del estandarte que debía presentarse públicamente en la ceremonia de la proclamación y que debía conducirlo él mismo. Estandarte de la Patria que expondría el Cabildo en reemplazo del estandarte o pendón real. Con ese objeto contrató los servicios de diversos industriales de reputada competencia, corriendo cada uno de ellos con la parte de la obra que le correspondía verificar en relación con su oficio y habilidad, como don José Arellano, don Manuel Ramírez, don Pedro Alvarado y don Agustín Larrea.

Las dimensiones y material del estandarte, sus colores y disposición, así como los atributos, colores y forma de escudo,, fueron puestos oficialmente en conocimiento del cabildo, mediante oficio emitido por el general San Martín, al que acompañó un diseño del emblema. Debemos recordar que la Bandera del Perú fue creada el 21 de octubre de 1820, por Decreto emitido por el propio San Martín.

Don José de Arellano realizó la obra principal del estandarte que era de dos caras como el pendón real y como correspondía a su carácter. En las escarapelas y en la confección del emblema empleó 23 varas de sarga de seda, roja y blanca según los campos, que importaron 80 pesos y 4 reales; una vara de choleta para reforzar, principalmente, el lado del estandarte por el que iba sujeto al asta, que costó 6 reales, y 2 varas y tercia de tafetán rojo pra labandera del portaestandarte, que costaron 2 pesos y 3reales; y cobró 12 pesos por la mano de obra. En total se le abonaron 95 pesos y 5 reales.

Don Manuel Ramírez ejecutó el bordado de los escudos en ambas caras del estandarte, sobre los circulos blancos centrales hechos al efecto por Arellano, y cobró 300 pesos por la obra. Don Pedro Alvarado por el cordón que bordeaba los lados del emblema en color rojo y blanco según el campo que guarnecía, y por las borlas rojas que pendían de los dos extremos libres, recibió 24 pesos. En total el estandarte costó al Ayuntamiento, incluido material y mano de obra, la cantidad de 519 pesos y 5 reales.

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DÍA JUEVES 19 DE JULIO

Las corporaciones se reúnen y se empiezan a tomar las medidas para levantar arcos triunfales en las principales calles de la ciudad.

Ya se había filtrado la noticia que San Martín había escogido el día 28 de julio para la Jura de la Independencia.

DÍA DOMINGO 22 DE JULIO

Un tambor sacó a los pocos que se habían quedado en sus casas, y agrupó a los que se hallaban en la calle, para hacerles saber, por medio de un bando, que el general San Martín, fundamentándose en el acuerdo del cabildo abierto celebrado el día 15 de julio, en que se había suscrito el Acta de la Independencia, les comunicaba:

    "Por cuanto esta ilustre y gloriosa Capital ha declarado, así como por medio de las personas visibles, como por el voto y la aclamación general del público, su voluntad decidida por su Independencia y ser colocada en el alto grado de los pueblos libres, quedando anotado en el tiempo de su existencia por el día más grande y glorioso el domingo quince del presente mes, en que las personas más respetables suscribieron el acta de su libertad, que confirmó el pueblo por voz común en medio del jubilo:- Por tanto ciudadanos, mi corazón que nada apetece más que vuestra gloria, y a la cual consagro mis afanes, he determinado que el sábado veintiocho se proclame vuestra feliz independencia y el primer paso que dáis a la libertad de los pueblos soberanos, en todos los lugares públicos en que en otro tiempo se os anunciaba la continuación de vuestras tristes y pesadas cadenas. Y para que se haga con la solemnidad correspondiente, espero que este noble vecindario autorice el augusto acto de la jura concurriendo a él; que adorne e ilumine sus casas en las noches del viernes, sábado y domingo; para que con la demostración de júbilo, se den al mundo los más fuertes testimonios del interés con que la ilustre capital del Perú celebra el día primero de su Independencia y el de su incorporación a la gran familia americana.- Dado en lima, a 22 de julio de 1821 y primero de su Independencia.- José de San Martín".

Fue otro día de regocijo para la ciudad y los preparativos para las fiestas se acentuaron. Los sastres no se daban abasto para satisfacer los múltiples pedidos, y se veía a las damas de la sociedad recorriendo tiendas y joyerías, acompañadas de sus "negritas".

Las que se encontraban en los alrededores de los portales de la Plaza Mayor, "no cabían de contertulios", portadores, siempre, de las últimas noticias referentes a los planes de ataque del virrey, y, también, de las especulaciones en torno a los probables planes de San Martín.

DÍA LUNES 23 DE JULIO

Se hizo oficial lo que, al parecer, todo Lima esperaba. El general San Martín hizo saber al cabildo limeño su decisión de que la jura de la Independencia se llevará a cabo el próximo 28.

El texto que el ilustre argentino hizo llegar al Cabildo decía:

    "he mandado por bando que el próximo sábado 28 se solemnice y proclame la Independencia, prestando en el día inmediato el debido juramento - el Cabildo - con arreglo a la fórmula que acompaño".

El tenor de dicha fórmula era:

    "Juráis por Dios y la Patria sostener y defender con vuestra opinión y persona y propiedades la Independencia del Perú del Gobierno español y de cualquiera otra denominación extranjera? Si así lo hiciereis Dios os ayude y, si no, El y la Patria os lo demanden".

El Cabildo, a su vez, curso invitaciones a todo el pueblo, vecinos notables y, en especial, al general San Martín, para que presidiera el acto.

DÍAS MARTE 24, MIÉRCOLES 25 Y JUEVES 26 DE JULIO

Lima es una ciudad engalanada, festiva y alegre, Arcos triunfales se levantan en todas sus esquinas, y singulares tabladillos se comienzan a erigir en sus principales plazas y plazuelas. Hay una constante romería de una a otra plaza, y también al campamento patriota.

Los cuatro tabladillos para la proclamación

El primero de los tabladillos se erigió en el centro de la plaza mayor o principal, según consta de la Gaceta de Gobierno de Lima y del testimonio del marino británico Basil Hall, y de acuerdo con lo realizado en la proclamación de Fernando VII, con frente al Palacio de Gobierno y a distancia suficiente de la antigua pila central que permitiera rodearlo la tropa que debía montar la guardia mientras se verificaba el acto de la proclamación. El segundo de los tabladillos y al que también se refiere Basil Hall, dado el tamaño y la disposición de la Plazuela de la Merced, ocupaba la parte del centro fronterizo a la iglesia de su nombre. Respecto de los otros dos tabladillo, de acuerdo con el ceremonial de la proclamación de Felipe V, cumplido en la de Fernando VII y repetido en la proclamación de la independencia, fueron erigidos  el de la plaza Santa Ana, con frente a la iglesia de Las Descalzas, y el de la Plazuela de la Inquisición, con frente al edificio que ocupara el Tribunal del Santo Oficio.

La obra fue contratada con el maestro Jacinto Ortíz que señala entre otros gastos los siguientes: por el aserrío de la alfagia y trozos, 18 reales; por las cuatro tablas de Chile para los balaustres, 2 pesos y dos reales; por la baranda y su colocación, 8 pesos; por 14 libras de clavos, 8 pesos y 6 reales; y por 11 líos de chargue, 11 pesos. Además de los jornales de los peones y oficiales que trabajaron, Ortíz cobró 5 pesos y dos reales por la conducción de "alfombras y escaleras el día de la jura" para los tabladillos 2 reales por los oficiales que las acomodaron "de La merced a la Inquisición", y 6 pesos "por el que desarmó todos los tablados y entregó las especies acomodándolas en sus lugares".

Grabado de la antigua Plaza de Armas de Lima

El tenor de las invitaciones a la ceremonia de la proclamación de la Independencia

A la par de estos trabajos, empiezan a circular las invitaciones oficiales para los actos a realizarse.

Se le cursa una invitación especial a Lord Thomas Cochrane, que a la letra decía:

    "Lima va a solemnizar el acto más grande que haya efectuado en tres siglos o desde su fundación: la Proclamación de su Independencia..., y deseando este Cabildo dar a la ceremonia todo el decoro y solemnidad posible, cree indispensable.. se digne asistir a este acto el sábado 28..."

El texto de las demás invitaciones que circularon fue:

    "El Ayuntamiento de esta Capital pone en noticia de V. que el sábado 28 del que rige a las 10 a.m. se proclamará su Independencia.....para que se sirva acompañarle en señal de patriotismo y decisión por la sagrada causa de la Libertad".

DÍA VIERNES 27 DE JULIO

"A las siete de la tarde se iniciará el repique general de campanas en todas las iglesias y la iluminación de la ciudad. Las casas y los establecimientos lucirán los adornos y luminarias que hayan dispuesto sus propietarios.

En la noche los gremios y las corporaciones, como lo tienen ofrecido, prenderán los aparatos y castillos de fuegos de artificio - con quema de cohetes - que erijan en la Plaza mayor y demás plazas de la ciudad, en inteligencia con la comisión de fiestas del Ayuntamiento. En la galería de la Casa capitular se proporcionará música - retreta - por la orquesta contratada al efecto por el Cabildo". A las finales, la ciudad estaba pomposamente iluminada y la alegría reinaba por doquier.

DÍA SÁBADO 28 DE JULIO

"En la Casa Capitular se reunirán las corporaciones y vecinos citados, para acompañar al Ayuntamiento que saldrá a invitar al General don José de San Martín a fin de que proceda a la solemne proclamación de la independencia, que se llevara a cabo siguiendo la carrera acostumbrada y desde los tabladillos erigidos en la Plaza Mayor y demás plazas designadas.

Terminados los actos de la proclamación, en la galería del Cabildo se expondrá al vecindario el Estandarte de la Patria.

En la noche el Ayuntamiento ofrecerá un baile en celebración de la Independencia y en honor del Señor General Don José de San Martín. Asistirán los jefes del ejército independiente, funcionarios, miembros de las corporaciones y vecinos invitados".

6 de la mañana

Repique de campanas en todos los templos de la ciudad. El toque de diana anuncia el comienzo de un día festivo.

8 de la mañana

La gente empieza a llegar a la Plaza principal. Los caminos que conducen a Lima se ven muy animados por la gente que venía a presenciar y a participar activamente "en la jura".

10 de la mañana

Un poco antes de las 10 de la mañana, el Alcalde de Lima en presencia del numeroso y selecto concurso, cruzó la banda roja del portaestandarte sobre el pecho de don José Matías Pascual Vázquez de Acuña Menacho y Ribera, Conde de la Vega del Ren, y le hizo entrega del flamante emblema patrio que debía conducir por aclamación del Cabildo. Los asistentes salieron de las casas capitulares en comitiva a cuya cabeza iba el Conde de la Vega, que portaba el estandarte y tenía a su derecha al Alcalde Conde de San Isidro y a su izquierda al regidor de primera vara don Francisco de Zárate, por ausencia del otro Alcalde Ordinario el doctor José María Galdiano; seguían los regidores, procuradores y demás personas según su jerarquía y funciones, y según también, permitía hacerlos valer el crecido número de personas y las excepcionales circunstancias. Abrían paso al desfile dentro de la abigarrad y compacta muchedumbre, los comisarios de los barrios que en unión de sus subalternos los serenos, caminaban delante de los costados de la comitiva.

Cumplido el protocolo de rigor, y bajo repique de campanas, sale por la puerta principal del antiguo Palacio de Pizarro el General José de San Martín, junto con el Gobernador Político y Militar de la ciudad Marqués de Montemira., el Alcalde Conde San Isidro, los funcionarios, el Estado Mayor y demás generales del Ejército Patriota.
Precede la comitiva la Universidad Mayor de San Marcos con sus cuatro Colegios. Los prelados de las órdenes religiosas, algunos oidores y los principales de la nobleza, todos montados en caballos ricamente enjaezados.

La tropa había formado en la Plaza y flameaba al viento las banderas del Perú, de Buenos Aires y Chile.
  
El general San Martín en Lima (Revista "Variedades" 28 de julio de 1921)

Al espacioso tabladillo, levantado frente al Pasaje de Petateros, todo alfombrado, y colmado en su capacidad por la selecta comitiva, subió el general San Martín. Los Alabarderos de Lima comandados por su capitán don Ignacio de Córdova, inmediatamente rodearon el tablado montando la guardia de honor. Las más de 16,000 personas que asistieron al acto al ver al general San Martín en lo alto de aquel, así como al Estandarte de la Patria, presa de la mayor expectación hizo el silencio más absoluto, cesando como por arte de encantamiento sus atronadoras manifestaciones de entusiasmo y alborozo. San Martín pidió el estandarte que le fue entregado por el Gobernador de la ciudad, el Marqués de Montemira, y, luego, enarbolándolo y mostrando al público su escudo de armas, con gesto firme y levantando la voz dijo:

    "Desde este momento el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende"

Luego blandiendo la flamante bandera de la naciente nación, y dirigiéndola de un lado a otro para que fuera mejor vista por toda la concurrencia, Exclamaba a viva voz:
    
    " ¡Viva la Patria! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Independencia!"

Proclamación de la Independencia del Perú

Las Plazas de la Independencia

Verificado el acto en la Plaza Mayor de Lima, San Martín y su comitiva  descendieron del tabladillo, montaron en sus cabalgaduras y se dirigieron por la Calle de Mercaderes, hoy Jirón de la Unión, siguió por la Espaderos has la Plazuela La Merced y, en ella repitieron la misma escena de la Plaza principal. Otro tanto se hizo en la Plaza de Santa Ana y, inmediatamente, en la Plaza de la Inquisición donde se levantaba el cuarto tabladillo, frente al extinguido Tribunal del santo Oficio.

Antigua Plaza de la Inquisición, hoy Plaza Bolívar

Al finalizar las ceremonias de proclamación, los asistentes entonaron la canción patriótica "La Chicha", escrita por José de la Torre Ugarte:
                                           
                                           Patriotas, el mate
                                           de chicha llenad
                                           alegres brindaremos
                                           por la Libertad........

Regreso a Palacio

Regresó luego San Martín a Palacio de Gobierno donde le almirante Cochrane esperaba a la comitiva desde uno de sus balcones, en compañía de algunos de sus ayudantes. Luego se repartieron medallas recordatorias entre los asistentes - que sin distinción de clases ostentaban en el pecho la escarapela bicolor "de blanco y encarnado", establecida por San Martín - y se arrojaron otras tantas al pueblo junto con "salvillas de plata" para magnificar el acto. 

Se distinguieron por su magnificencia el Colegio de Abogados de Lima, que por no haber podido contar con los respectivos caballos para la marcha, se destacó arrojando monedas.

Los miembros del cabildo pasaron a su sede y, en el balcón principal, con frente a la Plaza principal, se expuso el pabellón nacional.

Cuadrilla de negros festejando el 28 de julio (Acuarela de Pancho Fierro)

Por la noche. La gran recepción

Empiezan a llegar los invitados al gran baile que ofrece el Cabildo. El Conde la Vega del Ren tomó todas las medidas convenientes para que la Municipalidad celebrara la Independencia como correspondía a la dignidad y prestigio de la Corporación. La tropa, apostada en los alrededores, no pudo contener a un pueblo curioso y excitado que también irrumpe en los elegantes salones.

La nutrida aglomeración hizo, según carta del militar, diplomático y político argentino Tomás Guido a su esposa, "que no se pudiera lucir el ambigú que se había preparado para los convidados".

El baile fue animado por dos orquestas. Una dirigida por el agustino Fray Cipriano Ramírez, compuesta por algunos criollos, y la otra dirigida por el músico mayor Matías sarmiento, perteneciente a la banda del Regimiento N° 8. El Conde la Vega del Ren, contrató todo lo referente a la cena, comprendiendo vajilla y personal de servicio, con don Lorenzo Conti. Cabe señalar que a Conti se le pagó dos mil pesos por la función y que se contrató separadamente el ponche por el que se abonaron cien pesos, suma en que transigíó los ciento cuarenta y dos pesos que había señalado como precio. Según reza del recibo otorgado por Conti, el ponche contenía los siguientes ingredientes: 36 botellas de vino Carlón, 18 botellas de vino de ron, 18 botellas de vino de cerveza, 24 botellas de vino generoso, arroba y media de azúcar y un peso de limón. En la cuenta apunta el valor de 12 pesos por los vasos que se rompieron.

El lujo desplegado en la fiesta fue tal que nos dice un testigo:

    "Concurrió el bello sexo, tan exquisitamente adornado con joyas, plumas y bandas de la patria, que parecía traía cada una de las señoras todos los realces y hermosuras de las tres gracias descritas por la mitología".

El baile duró hasta "altas horas de la madrugada".

Con esta fiesta en celebración de la Independencia, la Municipalidad regaló al general San martín y a sus subalterno, y agasajo a las familias representativas de la ciudad.

DÍA DOMINGO 29 DE JULIO

10:00 a.m. Campanas al vuelo. Tedeum en la Catedral y una misa de acción de gracias oficiada por el Arzobispo de Lima Bartolomé María de las Heras. El sermón o la oración sagrada lo ofreció el franciscano Fray Jorge Bastante.

Terminada la misa, volvió San Martín a Palacio, acompañado por su comitiva. Detrás venía Lord Cochrane con sus ayudantes.

Luego se trasladó el Cabildo en pleno a su sede. Lo mismo que las órdenes religiosas, para llevar acabo la Jura de la Independencia en sus respectivos locales.

Teniendo en cuenta que los miembros de la Universidad y el Colegio de Abogados lo eran también del cabildo, la Universidad y algunas órdenes religiosas pospusieron el juramento para el día 30. las órdenes religiosas que juraron la mañana del 29 fueron las de San francisco y La Merced.

Por la noche

El baile de gala se realizo en el palacio de Gobierno y lo ofreció el general San Martín. Nuevamente fue un despliegue de lujo y buen gusto. Y el ilustre argentino, según la Gaceta de Gobierno, "departió entusiasta y amigable con todos asistentes, robándoles el corazón". Fue una fiesta tan esplendida como la del Ayuntamiento, según lo atestiguan La Gaceta del Gobierno de Lima, el coronel argentino Tomás Guido y el marino ingles Basil Hall, de los cuales hemos tomado la mayoría de notas.

Con este baile, se dieron por finalizadas las fiestas que celebraban la Independencia del Perú. 








   



  
     

jueves, 16 de julio de 2020

Donación de la “Casa de la Logia” o “Casa Montjoy” a la Municipalidad Provincial de Lambayeque (1971)

La "Casa de la Logia" o "Casa Montjoy" en Lambayeque (1928)

Siete décadas después del fallecimiento del Dr. Santiago Coke Montjoy, acaecido el 30 de junio de 1899, y de su esposa doña Luisa Chavárri Martínez el 6 de octubre de 1901, sus descendientes, radicados en la ciudad de Lima, donaron la casa a la Municipalidad Provincial de Lambayeque.

La solemne ceremonia de entrega de la casa se realizó el 16 de julio de 1971 - hace exactamente 49 años atrás - en el salón de actos de dicha Municipalidad. Celebración pública presidida por el entonces burgomaestre lambayecano Sr. Atilio Chirinos Bernuy.

A continuación, una breve reseña cronológica de los pasos seguidos por la Municipalidad de Lambayeque con el objeto de hacer efectiva la donación, por parte de los descendientes del Dr. Montjoy, de la denominada “Casa de la Logia” o “Casa Montjoy”.

- El 12 de enero de 1971, el alcalde de la Municipalidad Provincial de Lambayeque, Sr. Atilio Chirinos Bernuy, mediante oficio Nº 00016, se dirige al Señor Augusto Bedoya Montjoy, residente en la ciudad de Lima, descendiente por línea materna del Dr. Montjoy, solicitándole realice las gestiones pertinentes a fin de hacer efectiva la donación del inmueble ubicado en las esquinas que forman las calles “2 de Mayo” y “San Martín”, signada con el número 483, de esta ciudad.

- El 18 de febrero de 1971, el señor Augusto Bedoya Montjoy, manifiesta mediante una carta dirigida a la Municipalidad provincial de Lambayeque, que todos los sucesores legítimos del que en vida fuera Dr. Santiago Coke Montjoy, estaban llanos y de común acuerdo en manifestar que procederían a la donación de la casa a la ciudad de Lambayeque, por intermedio de la Municipalidad Provincial de Lambayeque.

- El 13 de julio de 1971, el señor Augusto Bedoya Montjoy, ponía en conocimiento  de la Municipalidad Provincial de Lambayeque, que el portador de los documentos pertinentes y además representante de todos los herederos del inmueble, a los actos que se programaran con motivo de la donación de la citada casa, era su hijo el señor Augusto Bedoya Delboy. Los herederos a la fecha eran además del señor Augusto Bedoya Montjoy; doña Zenaida Montjoy Chavárri viuda de Vargas, hija del Dr. Santiago C. Montjoy y de doña Luisa Chavárri Martínez; el Dr. Santiago Bedoya Montjoy; la señora Teresa Bedoya Montjoy de Pajares, hermanos del señor Augusto Bedoya Montjoy, y el señor Santiago Castellanos Bedoya, hijos y nietos respectivamente de la señora Francisca Blanca Leonor Montjoy Chavárri viuda de Bedoya, quien fuera hija legitima del matrimonio Montjoy - Chavárri; el señor Víctor Roggero Montjoy, hijo de la señora Alejandrina Dagmar Montjoy Chavárri de Roggero, a su vez hija legitima del matrimonio Montjoy - Chavárri.

- El 16 de julio de 1971, por Resolución Municipal Nº 014/71, la Municipalidad Provincial de Lambayeque, en representación de los habitantes de la ciudad de Lambayeque, primera en proclamar exitosamente su independencia del poder español en el Norte del Perú, la memorable noche del 27 de diciembre de 1820, resolvía:

    “Agradecer en nombre de la Benemérita y Generosa ciudad de Lambayeque, el generoso y desprendido gesto patriótico de los descendientes del Doctor don Santiago Coke Montjoy en la gloriosa fecha en que se inician las celebraciones sesquicentenarias de la libertad del Perú. Declarar huéspedes ilustres a los Señores: Doctor Augusto Bedoya Delboy, y en la persona de este, a su progenitor ausente, Doctor Augusto Bedoya Montjoy, y los visitantes distinguidos los Señores Don Augusto Espinoza Saco, descendiente del Prócer Coronel Pascual Saco Oliveros, insigne figura de la libertad lambayecana, y al Señor Eduardo Astengo Campodónico, conocido hombre de negocios y célebre deportista de fama internacional, que integran la comisión encargada de la entrega de este Monumento Nacional”.

- El 28 de julio de 1971, en el programa especial que con motivo de las Fiestas Patrias se realizara en el salón de actos de la Municipalidad Provincial de Lambayeque, se dio lectura a la carta de donación de la Casa de la Antigua Logia o Casa Montjoy, inmediatamente después el burgomaestre lambayecano señor Atilio Chirinos Bernuy, visiblemente emocionado, pronunció las siguientes palabras:

    “Al recibir este Monumento Histórico, reconocido por Resolución Suprema Nº 201, del 18 de Abril de 1963, de sus propietarios aquí representados por el Doctor Augusto Bedoya Delboy, debo expresar estas palabras en nombre del pueblo que represento: Que la Patria os premie familia Bedoya Montjoy, y que los pueblos de Lambayeque, os reconozcan como sus benefactores más excelsos de su historia, de su vida social y cívica…”.

En el Libro de Oro (actuaciones solemnes), de la Municipalidad Provincial de Lambayeque, se encuentra registrada la Sesión Solemne del 16 de julio de 1971. Veamos lo que a la letra dice:

    “Siendo las diez de la mañana el señor Alcalde declaró abierta la sesión.

    A continuación el señor secretario dio lectura al escrito de donación de la “Casa Montjoy”, ubicada en esta ciudad, sita en la calle 2 de Mayo Nº 283, de parte de sus propietarios que suscriben el documento: Zenaida Montjoy de Vargas, Santiago Bedoya Montjoy, Teresa Bedoya de pajares, Víctor Roggero Montjoy, Augusto Bedoya Montjoy y Santiago Castellano Bedoya.

    El Señor Alcalde agradeció la donación en la persona del Dr. Augusto Bedoya Delboy, representante de los donantes declarándolo “Huésped Ilustre”, y en su persona a su ilustre progenitor el Dr. Don Augusto Bedoya Montjoy, asimismo se declaró “Visitantes Ilustres” a los señores Agustín Espinoza Saco, descendiente del prócer lambayecano Coronel Pascual Saco Oliveros, al señor Eduardo Astengo Campodónico, conocido hombre de negocios y célebre deportista.

    El Sr. Augusto Bedoya Delboy, agradeció en conceptuoso discurso el acuerdo e hizo entrega al Sr. Alcalde la documentación que acredita la propiedad de la antigua casona”.

- En el año de 1978, la distinguida matrona lambayecana profesora Emperatriz Cuzquen de Leguía, entonces regidora y presidenta de la comisión de cultura de la Municipalidad Provincial de Lambayeque, inició los trámites legales para la recuperación del inmueble, hasta ese momento ocupado por terceros. Hecho que se verificó en el año de 1980. En ese mismo año fue registrada o asentada en los padrones de la Municipalidad Provincial de Lambayeque, tasándose su valor en S/. 500,000 soles.