Casa "Iturregui - Montalvo" en Lambayeque |
No cabe duda que el siglo XVIII, fue un periodo de esplendor para el
pueblo de San Pedro de Lambayeque. El historiador Dr. Jorge Zevallos Quiñones,
manifiesta que esto se produjo:
[…] a partir de las leyes y franquicias que
los reyes Borbones concedieron permitiendo el paso libre de los peninsulares
emigrantes a las Indias, y la apertura de nuevos puertos de comercio (Zevallos Quiñones 1947, t 1: 92).
Entre los emigrantes peninsulares que embarcaron en Cádiz y arribaron a
Lambayeque, por el año de 1777, se encontraba don Juan Antonio de Iturregui,
natural de la villa de Zarauz, Guipúzcoa, hijo legítimo de don Pedro de
Iturregui y de doña María de Arraiz, naturales de la misma comarca.
Don Juan Antonio de Iturregui, se dedicó con mucho éxito al comercio en
el pueblo de San Pedro de Lambayeque. Contrajo nupcias con la acaudalada dama lambayecana
dona Catalina Aguilarte Vélez. Durante su matrimonio procrearon cinco hijos,
nombrados: Juan Manuel Aniceto, José Ignacio, Pedro, Narcisa y Josefa. Ésta
última abrazó el estado eclesiástico entrando como monja de claustro en el Monasterio
del Carmen de la ciudad de Trujillo.
A partir de mediados del siglo XIX, José
Ignacio Iturregui Aguilarte aparece como dueño
de la mansión virreinal materia de esta entrega. Casona conocida
actualmente como casa “Iturregui”, siguiendo con esa vieja tradición de denominar a las
casas por un hecho trascendental acaecido en ellas o con el nombre de sus
dueños más representativos. La casona señorial se encuentra ubicada en la esquina que
forman la antigua calle “Real de Mercaderes”, después “del Comercio” e “Independencia”,
hoy calle “8 de Octubre”, y la vieja calle del “Correo” o “del viejo Correo”,
hoy calle “Miguel Grau”, en la ciudad de Lambayeque (Izquierdo Castañeda 2006:
El viejo inmueble fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, por
Resolución Jefatural del Instituto Nacional de Cultura (hoy Ministerio de
Cultura) del 12 de enero de 1989 (R.J. 009 – 89 – INC/J. 12-01-89) y como tal
queda protegida por la Ley 24047 de Amparo al Patrimonio Cultural de la Nación.
La Resolución fue publicada en el Diario Oficial “El Peruano”, el 28 de abril
de 1989.
Debemos anotar que está casa solariega no
figuraba entre los bienes de doña Catalina Aguilarte de Iturregui, madre de
José Ignacio. Bienes que fueran inventariados en 1834, y cuyo expediente se
encuentra en el Archivo Regional de la Libertad en Trujillo (ver: Vega Cárdenas
1995: 23 - 25). En el aludido instrumento solo figuran la casa situada en una
de las esquinas de la plaza de armas de Lambayeque y una tina de elaborar jabón
y curtir pieles denominada Santa Rita de Pololó, situada al sur de la ciudad. Ésta
última pasó, a
las finales, a manos de José Ignacio.
Nuestro biografiado contrajo nupcias con doña María del Pilar Montalvo
Lavalle, natural del pueblo de Chiclayo. Durante su matrimonio procrearon ocho
hijos, cuyos nombres fueron: Juan Manuel, José Ignacio, Juan Antonio, Josefa,
Catalina, Dionisio, María Santos, y Ladislao Iturregui Montalvo. Además de un
hijo natural nombrado José Ignacio Iturregui Montalvo y doña Ignacia Iturregui.
Tal y como consta en su inédito testamento que exhumáramos en el 2010, tras
afanosa búsqueda, de entre la copiosa papelería que se custodia en el Archivo
Regional de Lambayeque (ARL). El instrumento rotula: Juicio Sumario de Apertura del Testamento Cerrado del Sr. D. José I. Iturregui,
ante el Juez de primera Instancia de la Provincia de Lambayeque Dr. D. Juan
Manuel Amésquita. 5 de Octubre de 1869 (Causas Civiles. Protocolos Notariales, Manuel
Samillán: 1869 - 1870).
Ahora bien, doña María del Pilar Montalvo trajo por dote y caudal a su
matrimonio la suma de 4,000 pesos, que le fueron entregados a su consorte por
la madre de ésta, doña Santos Lavalle. Por su parte, José Ignacio, aportó al
matrimonio la tina de elaborar jabón y curtir pieles nombrada Santa Rita de
Pololó, grabada con un censo de cinco mil pesos; la hacienda de Chacupe, cuyas
tierras poseían también algunos censos, y la hacienda de Luya, grabada con un
censo de quince mil pesos: “[…] al dos por ciento
anual a favor del Monasterio del Carmen de la ciudad de Trujillo” (ARL. Causas Civiles. PN. Manuel Samillán 1869 –
1870, folios. 3,4). Monasterio en que, como hemos visto
anteriormente, se encontraba recluida su hermana doña Josefa Iturregui
Aguilarte.
El censo fue una actividad crediticia:
[…]
utilizada en tiempos medievales y modernos en Europa y América. Se trataba de
un contrato mediante el cual una persona vendía a otra, por una determinada
cantidad, el derecho de recibir réditos anuales consignados sobre un inmueble
propio, cuyo dominio se reservaba, el cual debería satisfacer cuando el vendedor
le devolviera la suma recibida. Eran préstamos a largo plazo, a veces
redimibles, anulables y vitalicios; pero también podían ser irredimibles y
perpetuos” (Castañeda Murga, Espinoza Córdova
y Pimentel Carranza 2015: 61).
Prosigamos. Entre sus bienes se encontraban también la hacienda de San
Martín de Congoña y la hacienda de Chinllama, ambas grabadas con censos. Aparte
de poseer en hipoteca las chacras de Cadape y Chilancape (ARL Causas Civiles.
PN. Manuel Samillán 1869 – 1870, folios 3, 3vt, 4).
José Ignacio, fue miembro de la Sociedad Secreta, Club Patriótico o
Logia, que fundara su hermano el prócer de la independencia de Lambayeque Juan
Manuel Aniceto iturregui Aguilarte por el año de 1819. En ella se trabajó
ardorosamente a favor de la independencia. Sus reuniones las efectuaban, indistintamente,
en las diferentes casas de los asociados con el objeto de burlar el continuo y
odioso espionaje realista.
En el momento de la proclamación de la independencia de Lambayeque,
efectuada la noche del 27 de diciembre de 1820, José Ignacio tomó el mando de
un grupo armado y de a caballo, compuesto exclusivamente con los numerosos
peones libres y la servidumbre de color de la familia. Esa memorable noche éste
grupo:
[…] se lanzó
sobre el cuartel realista que se había preparado ya para la defensa formal y
seguramente habría corrido mucha sangre si la prudencia de Casós no aconsejara
que mejor era que José Ignacio pasara con su caballería a la retaguardia, y
enviar al capitán de milicias Pascual Saco Oliveros para convencer a los
oficiales realistas que debían rendirse y entregar el Fuerte Dragones, porque
el pueblo armado estaba decidido a emplear la violencia para reducirlos.” (Byrne Valcárcel 1974: 50).
Es sumamente interesante el párrafo de una
carta enviada, el 23 de febrero de 1821, por el intendente de Trujillo, José
Bernardo Tagle y Portocarrero (marqués de Torre Tagle), al general San Martín;
en ella, después de manifestarle que Juan Manuel Iturregui “es un patriota decidido”, le dice:
[…] y lo es también su hermano conductor de
ésta correspondencia Dn. José Ignacio ha quien he nombrado de Capitán, y espero
que así a él como a los demás oficiales de Lambayeque les mande V. expedir los
Despachos de las Clases en que voluntariamente se han ofrecido a irse a
incorporar en ese Ejército, y que los trate V. con su acostumbrada benevolencia
para que lo escriban así a sus paisanos y se exalte el entusiasmo en todos” (Ortiz de Zevallos 1982:
67-70).
La misiva nos demuestra: que José Ignacio
integró el primer contingente de jóvenes voluntarios lambayecanos que marcharon
a enrolarse al cuartel general del ejército patriota acantonado en Huaura.
Ricardo Miranda Romero, nos dice que José
Ignacio Iturregui: […] actuó como voluntario, destacándose en las graves
comisiones que se le encomendaron, asegurándose que él fue el que acompañó a
Simón Bolívar a su llegada al Perú” (Ob.
Cit. 1959: s/n). Éste último dato aún sin confirmar.
“De regreso
a Lambayeque, José Ignacio se dedica a los mismos menesteres en que su padre
trabajara, pero sin dejar de intervenir en la política turbulenta de los
primeros años de la era republicana. Tomo a cargo la representación de la
familia en ausencia de su hermano. Fue amigo del general Francisco Vidal a
quien la Historia a bautizado como el Primer Soldado del Perú, e interviene en
política a favor de éste los años 1842 y 1843, siendo solicitados sus servicios
por aquel General” (Byrne Valcárcel, Ob. Cit: 50,51).
José Ignacio, conjuntamente con el prócer lambayecano José Leguía y
Meléndez, son autores del ilustrativo
informe que remitieran a la Municipalidad de Lambayeque, el 6 de mayo de 1869, sobre
los acontecimientos acaecidos en esta ciudad con motivo de la proclamación de
su independencia del poder español, la memorable noche del 27 de diciembre de
1820.
Bienes inmuebles
de José Ignacio Iturregui Aguilarte
Aparte de las haciendas que poseía, y de las que ya hemos hecho mención,
José Ignacio contaba también, entre sus bienes inmuebles: tres tiendas “con sus altos encima”, situadas en la
esquina de la “plaza mayor” de Lambayeque, grabada con un censo principal de
530 pesos a favor de la cofradía de Nuestro Amo de la iglesia parroquial de
Lambayeque (ARL. Causas Civiles. PN. Manuel Samillán 1869 – 1870, f. 5)
Otra casa situada también en la plaza mayor – hoy, Plaza de Armas “27 de
Diciembre” - que pertenecía exclusivamente a su hija Josefa Iturregui Montalvo,
por habérsela donado su tía doña Josefa
Iturregui Aguilarte, monja profesa en el convento de Nuestra Señora del Carmen
de Trujillo.
Una casa fabricada en la calle “Real de Mercaderes”, hoy “8 de Octubre”.
Casa fincada con un censo de 480 pesos de principal a favor de don Manuel
Gregorio León. El espacio que ocupó esta casa es en el que actualmente se
levanta un moderno edificio de tres pisos, sede del Colegio Particular Peruano
– Español.
Y, por último, la mansión donde vivía la familia. Ubicada también en la
antigua calle “Real de Mercaderes”, justamente enfrente de la casa
anteriormente citada. Esta casona se concluyó en su mayor parte con los haberes
de su esposa doña María del Pilar Montalvo, así lo manifiesta el mismo
Iturregui en una de las cláusulas de su última voluntad, recalcando además el
constante empeño que ambos pusieron en conservarla (Ibíd., f. 6).
Por el año de 1853, moraban en ésta casa, el hacendado José Ignacio, de
54 años, su esposa María del Pilar, de 30 años de edad, y sus siguientes hijos:
Juan Manuel Iturregui Montalvo, de 14 años de edad; José Ignacio Iturregui
Montalvo, de 13 años; Juan Antonio Iturregui Montalvo, de 12 años; Dionisio
Iturregui Montalvo, de 6 años; Josefa Iturregui Montalvo, de 9 años; Catalina
Iturregui Montalvo, de 7 años, y María Santos Iturregui Montalvo, de 2 años
(ARL. Censo – Guía de la Benemérita ciudad de Lambayeque 1853).
Después de declarar, en su testamento, que su religión era: […] la Católica, apostólica, Romana, en cuya
verdadera fé y creencia, he vivido, vivo y protesto vivir y morir” (sic) (ARL. Causas Civiles. PN. Manuel
Samillán 1869 – 1870, f. 2), José Ignacio Iturregui Aguilarte, dejó de existir
el 22 de septiembre de 1869, a la edad de 70 años.
En esta mansión vivió su familia por aproximadamente medio siglo más. El
primogénito don Juan Manuel Iturregui Montalvo fue sub-prefecto de la provincia
de Lambayeque por el año de 1872 y diputado al Congreso en 1876. El último
inquilino de la casa fue don Ladislao Iturregui Montalvo, el hijo menor de José
Ignacio y María del Pilar. Posteriormente, aproximadamente en las dos primeras
décadas del siglo XX, aparece como dueño el Sr. Pedro Cárpena Monsalve.
Actualmente la mansión es propiedad de la testamentaria del Sr. José Cárpena
Ruiz y sucesores.
La casa, sede del Colegio Nuestra Señora del Carmen
A la gestión del presidente Augusto Bernardino Leguía Salcedo, natural
del antiguo puerto de San José, en Lambayeque, se debe el establecimiento de un
Colegio de Misioneras Dominicas en Lambayeque. Solicitud que hizo ante la R. M.
Vicaria General de las Misiones Dominicas del Santísimo Rosario Sor. Dolores
Sauras del Corazón de Jesús.
“En virtud de esto se
dirigieron a Lambayeque el día 5 de marzo de 1923, la referida M. Vicaria
General con las Reverendas Madres, Sor. Visitación del Rosario; Sor. Teresa
Mújica; Sor. Filomena de Sto. Domingo; y las Hermanas Sor. Presentación del
Niño Jesús; y Sor. Carmen del Calvario, con el fin de establecer en dicha
Ciudad un Colegio para niñas” (Menéndez Rúa 1935: 226).
El Colegio de señoritas llevaría el nombre de Nuestra Señora del Carmen,
en homenaje a la madre del presidente Leguía, doña Águeda María del Carmen
Salcedo Taforó, esposa de don Nicanor Leguía y Haro. En abril de 1923, se
iniciaron las clases […] en la finca de del Sr.
Iturregui situada en la calle “8 de Octubre” (Ibíd. 227).
El 10 de mayo de ese mismo año se bendijo solemnemente la Capilla, […] con asistencia de las Autoridades y elementos
destacados en la localidad. Se instaló el Santísimo Sacramento en el nuevo
Sagrario preparado ad-hoc y terminó la inauguración con la Procesión solemne
del SSmo., que fue traído del Iglesia Matriz por el Sr. Dn. Miguel J.
Villavicencio acompañado del Sr. Mondoñedo. Dn. Juan Aurich, dio el capillo de
100 Lp.” (Ibíd.).
Las copiosas lluvias que trajo consigo el recurrente fenómeno de El Niño
del verano de 1925, catalogado por los especialistas de “muy fuerte”, afectaron
notablemente las estructuras de la casa, razón por la cual, las madres
dominicas, optaron por trasladarse a otro local, esta vez, a una casa propiedad
de don Marcial Pastor, situada en la antigua calle de “San Roque”, hoy “2 de
Mayo”. En síntesis, la permanencia de este colegio en la mansión que
perteneciera a los Iturregui - Montalvo fue muy corta, de aproximadamente tres
años.
Su estadía en la casa de Pastor, también fue breve; ya que por
Resolución Suprema el alumnado de dicho centro de enseñanza pasó a ocupar los
ambientes de la segunda planta del edificio en que funcionaran las oficinas de
la Comisión de Irrigación, hoy sede de la comandancia militar en esta ciudad.
El 16 de julio de 1934, se inauguró apoteósicamente el nuevo local - ubicado al
lado Norte de la Plaza Independencia - con la bendición solemne de su capilla.
Su primera directora fue Sor Visitación del Rosario.
Sede del Colegio
Nacional “Juan Manuel Iturregui”
Como consecuencia de las gestiones realizadas ante el Congreso de la
República, por el senador Ing. Luís Heysen Inchaústegui (chiclayano) y el
diputado por el departamento de Lambayeque Dr. Pedro F. Vílchez Buendía
(Lambayecano), con el objeto de dotar a la provincia de Lambayeque de un
Colegio de nivel secundario que acoja a la juventud estudiosa de esta región,
se expidió la Ley No 10262, que fue promulgada el 27 de octubre de 1945. Así
nació el Colegio Nacional “Juan Manuel Iturregui”; adoptando ese nombre como un
sincero homenaje a uno de los más destacados próceres de la independencia de
Lambayeque.
Entre sus considerandos la Ley indicaba los fondos para que pueda
instalarse y funcionar. Estos consistían
en: […] $ 156,000 ciento cincuenta
mil soles y un impuesto de $ 0.50 por cada botija de chicha que se elabore en
el departamento” (Anuario
Lambayeque 1947: 575).
“En febrero del año de 1946,
el Gobierno designó una Comisión que se ocupara de proyectar la organización de
ese Centro de Instrucción, compuesta de los señores Arturo L. Pastor, en su
condición de Alcalde de la ciudad, y el señor Manuel Samillán Baca, que ya
había demostrado su vocación de Maestro, en el Colegio Nacional de San José, de
Chiclayo” (Miranda Romero, Ob. Cit: s/n)
A los nombres de estos distinguidos señores, agreguémosle también el de
los padres de familia que conformaron dicha Comisión, veamos: Ingeniero Agustín
Gavidia Salcedo, Sr. Manuel Francisco Burga Puelles y el Sr. Celso D. Cuzquén.
“Esta Comisión logró hacer
funcionar el Colegio en su oportunidad el 15 de abril de 1946, en el local que
actualmente ocupa de propiedad del señor Pedro Cárpena y que anteriormente
perteneció a la familia Iturregui, situada en la calle 8 de Octubre.” (Anuario
Lambayeque 1947: 576).
Por su parte Miranda Romero escribe:
“Aprobada la organización, el día 15 de Abril del
mismo año de 1946, se inauguraron las labores escolares, en la casa No 108 de
la calle “8 de Octubre”, en la misma ciudad de Lambayeque con una matricula de
102 alumnos” (Ob. Cit.: s/n).
La casa donde inició sus labores este centro de instrucción no era otra,
como hemos visto líneas arriba, que la vieja mansión que había pertenecido a la
familia Iturregui - Montalvo. En mayo de 1946, fue nombrado Director de este
Colegio el Dr. Manuel Salvador Sanmillán Baca, cargo que ocupó hasta el año de
1949. Durante su gestión el colegio:
[…] había conseguido
prestigiar su labor intelectual, instalar el material necesario para satisfacer
las necesidades del alumnado, establecer una Biblioteca, gabinete de
laboratorio, aparatos de proyección cinematográfica y dotando a todas las
secciones de un magnifico mobiliario” (Miranda Romero 1959: s/n).
El 27 de octubre de 1957, se colocó la primera piedra para la
construcción del flamante y moderno local del colegio, ubicado en la avenida
“Huamachuco”, antes calle “Santo Domingo”, gracias a las gestiones realizadas
por el entonces diputado por el departamento de Lambayeque profesor Miguel
Oneto García.
Desde 1957 a 1961, nuevamente ocupó el cargo de director del colegio el
Dr. Manuel Salvador Sanmillán Baca. Bajo su atenta y vigilante mirada se
construyó el nuevo local, que contó con una partida de un millón de soles para
su primera etapa. A finales de 1959 se le dotó de comedor y cocina. El colegio
contaba, para el año citado, […] con nueve secciones y 360 alumnos; y seguramente,
en el año próximo (1960), con la
creación de 2 secciones más, la matricula pasará de los 450 niños” (Miranda Romero Ob. Cit.: s/n.).
Sede de la Escuela
de Menores Nº 11037
Ésta escuela se creó en 1944, bajo la denominación de Escuela de 1er.
Grado de Mujeres Nº 2151, gracias a las gestiones realizadas ante el Ministerio
de Educación por el Rotary Club de Lambayeque, presidido por el Sr. Antonio
Monsalve Baca. Por Resolución Directoral Nº 6453 del 20 de Mayo de 1944, fue
nombrada directora la profesora Srta. Antonia (Antuca) Zapata Jordán.
En el mes de junio - mientras se finalizaban los trámites reglamentarios
para el alquiler de un local para la flamante escuela - se iniciaron las
matriculas en una de las aulas de la Escuela de Mujeres Nº 212. Poco después la
escuela se trasladó a una casa propiedad del Dr. José Mercedes Santisteban
Pasco, situada en la calle “2 de Mayo” Nº 53.
En esta sede temporal se iniciaron las clases con 88 alumnas
matriculadas en la Sección Transición. Al no contar con el mobiliario adecuado,
las pequeñas alumnas tenían que llevar sus propias bancas, sillas y mesitas,
para escuchar sus clases, y por último pedir prestado una pequeña pizarra.
Ante tal situación se convocó una reunión de padres de familia y
apoderados, con el fin de elegir la junta directiva del Patronato Escolar.
Después de algunas deliberaciones ésta quedó conformada por las siguientes
personas: Presidente: Sr. Atilio Chirinos Bernuy. Vice-Presidente: Sr. Antonio
Baca Walter. Secretaria: Profesora Srta. Antonia Zapata Jordán. Tesorero: Sr.
Manuel Santoyo. Vocales: Sra. Berta Seclén de Echevarria, Sr. Justo Rubiños y
Sr. Víctor Fiestas.
En 1945, la matricula aumentó considerablemente llegando a contar la
escuela con 180 alumnas, divididas en 105 niñas para el grado de Transición y
75 para el 1er año de educación primaria. Toda esta población escolar recibía
sus respectivas clases de parte de su directora. En 1946, se crearon dos plazas
de auxiliares a cargo de las señoras Lourdes T. de Cueva y Sebastiana Espinoza
de Hinope.
Gracias a las actividades realizadas por el Patronato Escolar y el
comité Escuela Peruana, se pudieron adquirir carpetas y pizarras. El Dr. Pedro
Vílchez Buendía, a la sazón diputado por Lambayeque, gestionó y consiguió una
partida para la escuela. Con este dinero se logró implementar el mobiliario. Es
más, de su propio peculio, Vílchez Buendía,
obsequio una bandera, la primera con que contó dicha escuela.
Como el local de calle “2 de Mayo” resultara pequeño, por el aumento de
la sección de tercer año de primaria, se optó, en 1950, por trasladar la
escuela a otro local más amplio. Ésta nueva sede temporal se encontraba ubicada
en la calle “Huascar” Nº 42, propiedad de la Sra. Clorinda Salazar de Mendoza. Por
Resolución Ministerial Nº 13820 del 26 de septiembre de 1957, la Escuela de 1er
Grado de Mujeres Nº 2151, fue trasformada en Escuela de Segunda Grado con el Nº
229.
Gracias a las gestiones realizadas por el diputado provincial de
Lambayeque Miguel Oneto García, del prefecto de Lambayeque Sr. Antonio Baca
Walter, del alcalde de Lambayeque Sr. Atilio Chirinos Bernuy, y de la
presidenta del Patronato Escolar Srta. Emilia Santisteban Pasco, se trasladó la
escuela al local que había desocupado el Colegio Nacional “Juan Manuel
Iturregui”; o sea a la antigua casa de la familia Iturregui – Montalvo. Por
espacio de cuatro décadas funcionó ésta escuela - con la denominación de
Escuela de Primaria de Menores Nº 11037 - en ésta vieja casona. Teniendo como
su directora a la profesora Srta. Antonia Zapata Jordán.
Las estructuras de la mansión fueron seriamente afectadas como
consecuencia de las torrenciales lluvias que trajo consigo el recurrente
fenómeno de El Niño, de intensidad “muy fuerte”, del bienio de 1997 – 1998. Por
este motivo en el 2002, se trasladó a su nuevo local. Ésta escuela se denomina
hoy Institución Educativa Nº 11037, y lleva el nombre de “Antonia Zapata
Jordán”, como un justo homenaje a su distinguida fundadora.
“Felizmente que este fue un merecido reconocimiento
cuando la Srta. Antuca todavía vivía. Y esto lo digo porque en el Perú estamos
acostumbrados a reconocer los méritos de las personas cuando ya descansan en la
paz del Señor”. (Delgado Rosado
2004: A 2).
Ésta ejemplar maestra de innumerables promociones dejó de existir en la
ciudad de Lambayeque el 20 de junio de 2004.
Estado de
conservación de la casa
La casa se encuentra actualmente en mal estado de conservación. A través
del tiempo, el uso constante e inadecuado de sus ambientes ha dañado algunos
elementos significativos por haber sido suplantados por otros que no guardan
relación con su tipología original.
La fuga del desagüe existente ha provocado el hundimiento parcial de
algunos de los gruesos muros de adobes, al reblandecer el suelo con las
filtraciones de las aguas servidas. La calle donde se ubica el inmueble estuvo
empedrada (canto rodado) hasta aproximadamente las dos primeras décadas del
siglo XX, periodo en el cual fueron sustituidas por adoquines de piedra
granito.
En la década de los ochenta del pasado siglo la Municipalidad Provincial
de Lambayeque sustituyó el adoquín de esta calle por el asfalto. Con esto
prácticamente “se selló” la natural fuente de evaporación de las aguas del
subsuelo y, al producirse esto, el agua acumulada hizo surgir a la superficie
las sales nitrosas que ascendieron por los puntos más vulnerables, en este
caso, los viejos muros de adobe de la mansión.
Al colocarse el asfalto se niveló la calle con el objeto de evacuar las
aguas y colocarse la vereda de concreto, que sustituyó también a las grandes y
pesadas losas de piedra granito, lo que obligó a efectuarse recortes
importantes en la pesada puerta de su acceso principal y a subir en
aproximadamente 30 centímetros el nivel del piso del primer patio que, de una
pendiente apropiada para la evacuación del agua lluvia, pasó a ser casi plano.
Los fenómenos de El Niño del bienio de 1982 – 83 y del bienio de 1997 –
98, catalogados por los especialistas de “muy fuertes”, la afectaron
significativamente. En el primero de estos fatídicos y recurrentes eventos los
techos de los ambientes de su segunda planta sufrieron los embates de las
lluvias, siendo sustituidos posteriormente por láminas de zinc o calamina y
posteriormente por planchas de Eternic. Actualmente estos ambientes no cuentan
con ninguna clase de cobertura. En el último de éstos nefastos eventos (1997 –
98) los techos de dos de los últimos ambientes de su primera planta se vinieron
al suelo. Éstos hasta el momento se encuentran sin cobertura y con sus muros de
adobes seccionados. En conclusión: ésta antigua y significativa casona
lambayecana necesita una pronta intervención.
Vista en detalle del balcón de la casa |
Escalera que conduce al segundo piso |
Bibliografía consultada
ANUARIO LAMBAYEQUE
1947. Primera Edición. Editorial Minerva. Víctor Arenas Pérez, director,
propietario y editor. Chiclayo – Perú.
BYRNE VALCÁRCEL, René
1974. EL PRÓCER Juan Manuel Iturregui, Ed. Gráfica Labor S. A., Lima.
CASTAÑEDA MURGA, Juan, ESPINOZA CÓRDOVA, María del Carmen, PIMENTEL
CARRANZA, Eduardo.
2015. Templos virreinales de los
valles de Lambayeque. Universidad San Martín de Porres. Fondo Editorial.
Lima.
DELGADO ROSADO, Pedro
2004. Antonia Zapata: Una maestra
ejemplar. Suplemento Dominical del Diario “La Industria” de Chiclayo.
IZQUIERDO CASTAÑEDA, Jorge
2006. Las calles originarias de
Lambayeque. Suplemento Dominical del Diario “La Industria” de Chiclayo.
MENÉNDEZ RÚA, Ángel
1935. Boceto Histórico de la
Iglesia de Lambayeque. Imp. LA GACETA – Lambayeque.
MIRANDA ROMERO, Ricardo
1959. Monografía Histórica del
Departamento de Lambayeque. Chiclayo - Perú
ORTIZ DE ZEVALLOS, Javier
1982. San Martín y Torre Tagle en
la Independencia del Perú. Promotores, Consultores, y Asesores Andinos
S.R.L Centro de Documentación e Informaciones Andina (CDI). Editorial Alfa S.A.
Lima – Perú.
VEGA CARDENAS, Carlos Alberto
1995. La Casa Tina de Iturregui.
Calle Real. Órgano del Patronato de Lambayeque. Marzo – Agosto Nº 02.
ZEVALLOS QUIÑONES, Jorge
Lambayeque en el Siglo XVIII. Revista del Instituto de Investigaciones
Genealógicas. Tomo I, Lima – Perú.
Manuscritos
ARCHIVO REGIONAL DE LAMBAYEQUE
- Causas Civiles. Protocolos Notariales Manuel Samillán, Registro 5:
bienio 1869 – 1870.
- Censo – Guía de la Benemérita Ciudad de Lambayeque 1853.
Fotografía
Arq. José Luís Flores
Guillermo Luna Lorenzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario