lunes, 6 de junio de 2022

La efigie de Cristo Pobre. Una joya del arte virreinal en la Iglesia San Pedro de Lambayeque.

 

Magnifica talla barroca de Cristo Pobre (Meno Luna, 2019)

Obra de excelente calidad artística de finales del siglo XVIII, realizada en fina madera policromada, de aproximadamente 1.25 m. de altura, ojos de vidrio o cristal y sudario de tela encolada. Por el momento, y dadas sus peculiares características, podemos deducir que esta lograda talla fue realizada en los famosos talleres artísticos de Quito.

La efigie se encuentra colocada en la hornacina de la calle del lado izquierdo del primer cuerpo del retablo rococó de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en la nave del Evangelio de la iglesia San Pedro de la generosa y benemérita ciudad de San Pedro de Lambayeque

Lamentablemente, como sucede con la mayoría de efigies o imágenes dieciochescas que se encuentran al interior de esta monumental iglesia, no nos es posible dar con el artífice de esta magnífica talla barroca, considerada por los especialistas como una joya del arte virreinal. Todo esto. por la falta o escasez de conciertos de obra o papelería afín, en los archivos públicos y eclesiásticos de nuestra región.

Cristo Pobre. Hornacina del retablo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Nave del Evangelio. Iglesia San Pedro de Lambayeque (Memo Luna, 2010).

Sin embargo, en uno de los viajes que realizáramos, en la década de los 90s del pasado siglo, a la ciudad de Trujillo, con el objeto de investigar en los fondos que se custodian en el Archivo Regional de la Libertad (ARL), logramos ubicar un antiguo expedientillo de apenas cuatro folios, que a la letra decía: 24 de mayo de 1874.- Lambayeque. Don Manuel Albújar y Antonio Farro, indios y vecinos del pueblo de Lambayeque; sobre se les conceda licencia para la colocación de la efigie del Señor Christo Pobre, mantener su devoción y pedir sus respectivas limosnas para los gastos del Culto (sic). El expediente concluyó el 27 de febrero de 1785.

Los, hasta ese momento, inéditos datos que sobre parte de su proceso vital rescatamos, del citado archivo, los publicamos en el primer ejemplar de la revista o Boletín de Historia y Turismo "Ñampagic", aparecido en abril de 1999. bajo la dirección de Carlos Roncal Pretell y el que suscribe. Posteriormente, bajo el titulo "Una Joya del arte virreinal en Lambayeque, se publicó en el Suplemento Dominical del Diario “La Industria” de Chiclayo, el 12 de octubre de 2008. Los pormenores que daremos a conocer se basan, sobre todo, en dichos artículos. Veamos.  

El 24 de mayo de 1784, don Manuel Albújar y don Antonio Farro, indios originarios del pueblo de San Pedro de Lambayeque y por el apelativo de “don” principales en éste, pedían licencia al señor Obispo de Trujillo, Baltazar Jaime Martínez de Compañón, para poder colocar en la Iglesia Matriz de Lambayeque una efigie del Señor Cristo Pobre, que decían: estaban “a sus expensas costeando”.       

De paso solicitaban al Obispo les permitiese pedir limosna, para cubrir los gastos que demandaría “el mejor culto y veneración de dicha soberana efigie” y, con el tiempo, poder formar también una cofradía. Todo esto, decían, mientras se concluía la “obra del Colegio”, lugar donde Albújar y Farro habían determinado colocar la “sagrada efigie”.

El aludido Colegio, no fue otro que el denominado “Seminario de Operarios Eclesiásticos El Salvador”, de cuya existencia no queda huella alguna en la memoria de los actuales habitantes de esta generosa y benemérita ciudad, ya que, a las finales, tuvo una existencia efímera. Parece que su construcción se inició en 1785, a iniciativa del mismo obispo Martínez de Compañón, pero la nefasta presencia del recurrente fenómeno “El Niño”, muy fuerte, que asoló sin piedad nuestro litoral en el verano de 1791, trajo por los suelos las magníficas estructuras de este impresionante edificio, estando algunas de ellas aún por concluirse.

En un artículo publicado en el Suplemento Dominical del Diario “La Industria” de Chiclayo, en marzo de 2007, y que insertáramos también en este Blog “Lambayeque Camino al Bicentenario”, bajo el título: “Las calles originarias de Lambayeque”, hacemos referencia a la “calle del colegio”, que, con el tiempo, a partir de 1809, se le comenzó a llamar calle “del antiguo colegio” o " del desolado colegio". Desde finales del siglo XIX, se le comenzó a denominar como calle "del Mercado" o "de la Plaza".

Esta arteria es hoy la cuadra N.º 01 de la actual calle “Miguel Grau”. Esta es pues la cuadra que en algún momento albergara el “Colegio Seminario de Operarios Eclesiásticos El Salvador” de Lambayeque, y también es la cuadra donde se construyera y ubicara el antiguo mercado de abastos de Lambayeque, que fuera reconstruido en 1926, por la Comisión de Irrigación de Piura y Olmos a cargo del ingeniero norteamericano Charles Sutton. Actualmente en este terreno y en esta cuadra se levanta la moderna Biblioteca “Emiliano Niño Pastor” de esta ciudad.

Prosigamos. A los pocos días de haber efectuado su petición, Albújar y Farro, recibieron la contestación felizmente afirmativa del obispo, tanto para la colocación de la “efigie” en la iglesia, como para la “colectación” de limosnas, pero con la salvedad, ordenaba el Obispo, que “estas sólo se pidiesen dentro de la Iglesia”, de ninguna manera fuera de ésta y solamente de los fieles que a ella concurriesen, “sin interrumpirlos en sus oraciones y sacrificios”. De velar por el fiel cumplimiento de este superior mandato, se hacía responsable, manifestaba el Obispo, el Vicario de la ramada o capilla doctrinal de San Roque de Lambayeque, Licenciado don Matías de Soto y Soraluce.   

En vista del anterior decreto, Albújar pidió, el 12 de febrero de 1785, facultad para colocar la imagen del Señor Cristo Pobre en la iglesia Matriz, insistiendo nuevamente, en su calidad de mayordomo de la “soberana imagen”, el pedir limosna libremente, tanto dentro de la “Iglesia como en las calles de este pueblo”, de paso, agregaba, otra vez, era su deseo el fundarle una cofradía.  

Tres días después el vicario Matías de Soto y Soraluce, le hacía recordar que el decreto concedido por el obispo, sólo le otorgaba la facultad de “exigir limosna dentro de la Iglesia y de ninguna manera fuera de ella”, advirtiéndole además que estaba prevenido “por las leyes veinte y cinco, título quarto y segundo, título veinte y uno libro primero de las Municipalidades” (sic), que no se funden cofradías sin expresa licencia del Rey y autoridad del Prelado Eclesiástico, “ni se pidan limosnas en los pueblos de indios sin las de estos y las de las respectivas Audiencias”. El vicario le manifestaba también, al inquieto mayordomo Albújar, que todavía no tenía permiso para fundar una cofradía, y que por el momento sólo colocase la imagen en la iglesia.   

Detalle del rostro del Señor Cristo Pobre

Por todo lo mencionado se desprende que esta joya del arte virreinal en el norte del Perú, que para el pueblo católico de Lambayeque representa la imagen del Señor Cristo Pobre, fue trasladada a la iglesia San Pedro de Lambayeque en febrero de 1785, Costearon su fábrica los señores Manuel Albújar y Antonio Farro, “indios vecinos de este pueblo de Lambayeque”, quienes a su vez fueron también sus primeros custodios o mayordomos.

Ahora bien, la lograda efigie representa a Jesús de Nazaret en uno de los momentos más dramáticos de su Pasión. Al Supremo Varón se le muestra de contextura delgada y semidesnudo. Su semblante ofrece una expresión de angustia y abandono, con la mirada hacia abajo y los parpados sombreados, la nariz recta, los pómulos acusados, la boca entreabierta mostrando claramente los dientes superiores tallados y parte de la lengua. La barba ligeramente bífida.

Se encuentra sentado sobre una silla de madera de moderna factura y dorada con purpurina, asiento de pana color rojo. Las piernas cruzadas, el pie izquierdo descansa sobre un cojín forrado en tela de pana color rojo. La cabeza y el tórax ligeramente hacia delante y ladeados hacia el lado derecho del cuerpo. La cabeza, ligeramente inclinada hacia la derecha, descansa sobre la mano del brazo derecho, cuyo codo se asienta en la pierna del mismo lado. El brazo izquierdo cruzado descansa sobre la pierna derecha. En fin, se trata de un Varón de carnaciones claras, con visibles heridas en ambas rodillas, hombros y espalda, producto de la inclemente flagelación.

Cristo Pobre

La magnifica efigie, constituye uno de los pasos en la tradicional procesión de Viernes Santo en esta ciudad devota. Desfila cubierto con un rico manto de terciopelo rojo ricamente bordado en finos hilos dorados, tres potencias de plata a manera de aureola y una pequeña sandalia del mismo metal, colocada en su pie derecho. Toda esta rica parafernalia en manos de la señora Gema Inope de Benzaquen, quien conjuntamente con Marinely Dávila Mesta, se han encargado, desde algún tiempo atrás, del arreglo del paso para la procesión.

La imagen, arreglada y lista para desfilar en la tradicional procesión de Viernes Santo en la ciudad de Lambayeque

Debemos agregar, que últimamente se ha formado un grupo de apoyo denominado “Comité de Apoyo Cristo Pobre”, integrado por jóvenes de la localidad, su nómina la conforman las siguientes personas: Abel Yánez Aguirre, Frank Guzmán Chayan, Aliskan Ortiz Mino, Manuel Chávez Flores, José Carlos Bustamante Marroquín, Jesús Tuñoque Sernaque, Elmer Enrique Bances Inoñan, Josué Javier Jaramillo Dávila, Abigail Vilela Quispe, Annie Gabriela Tuñoque Sernaque, José Junior Gallardo Chozo. Como asesores y coordinadores la señora Gema Inope de Benzaquen y el autor de esta modesta entrega. Contando con el asesoramiento espiritual del párroco de la ciudad R.P. José Manuel Zamora. 

El autor de la nota en compañía de los jóvenes miembros del “Comité de Apoyo Cristo Pobre”

 

El paso de Cristo Pobre (Memo Luna, 2019)


 



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