miércoles, 4 de julio de 2018

Mariscal Eloy Gaspar Ureta Montehermoso. Breve semblanza biográfica (Parte II)


Eloy Gaspar Ureta Montehermoso
Es por todos nosotros conocido, que a lo largo de la denominada etapa republicana tanto Perú como Ecuador mantuvieron desacuerdos en torno a los límites de sus fronteras. Estas discrepancias, azuzadas sobre todo por el Ecuador, devinieron, en muchos casos, en escaramuzas fronterizas, movilizaciones generales y enfrentamientos armados.

A mediados de noviembre de 1940, el General de División César A. De la Fuente, entonces Ministro de Guerra, había hecho saber al entonces coronel Eloy Ureta el malestar que cundía en el Gobierno en torno a las actitudes hostiles de que hacía gala el vecino País del Norte, y la decisión adoptada por el Presidente Manuel Prado Ugarteche, de crear, en el menor tiempo posible, un agrupamiento de fuerzas, cuyo comando y organización se le iba a confiar a él. Ureta, aceptó gratamente el cargo.
 
Presidente Manuel Prado Ugarteche
Ureta, en sus Memorias, escribe: “Acepté el cargo, desde luego gustoso, ya que esta designación me honraba doblemente, de un lado, por la confianza que el país depositaba en mí; de otro, porque iba a poner a prueba en el terreno de la realidad mis teorías profesionales dentro de la técnica militar desarrollada por mí, como profesor, desde diversas cátedras hasta ocupar la dirección de la Escuela Superior de Guerra, centro de los más altos estudios militares de nuestro Ejército” (Ob. Cit., 1953, pp. 31, 32).

A principios de 1941, el Perú tuvo conocimiento de que el Ecuador "había iniciado una actitud bélica traducida en la compra masiva de armamentos, la creación múltiple de nuevos puestos fronterizos, el reforzamiento bélico de los mismos y el soliviantamiento del pueblo ecuatoriano mediante una orientada campaña llevada a crear un clima agresivo y revanchista contra el Perú" (ABC, 1981, p. 8).

Ante estos hechos el Gobierno peruano, por Decreto Supremo de 11 de enero de 1941, creó el Agrupamiento del Norte. La organización de ésta gran unidad se puso en marcha “a principios del mes de marzo de 1941, concentrándose en la Zona del Norte (Departamentos de Tumbes y Piura), bajo las órdenes del General de Brigada Dn. Eloy G. Ureta" (Alayza y Paz Soldán, 1943, p. 458).

Pero la persistencia de incidentes fronterizos y la sistemática infiltración de efectivos militares ecuatorianos en nuestro territorio, obligó a que el comando peruano del recientemente creado Agrupamiento, cuya jefatura, como hemos visto, había recaído en el flamante General de Brigada Eloy Ureta, que tenía como jefe de Estado Mayor al Teniente Coronel Miguel Monteza Tafur, tomara las previsiones del caso.
El general Eloy G. Ureta (izquierda) y el coronel Miguel Monteza Tafur

Ureta, que era considerado por sus camaradas de armas como “uno de los oficiales más competentes con que contaba el Ejército del Perú” (IEHEP. EA, 2018, p.16) tendría el mando total de las fuerzas de tierra, mar y aire, y, por ende, la total conducción de las operaciones en caso de presentarse una acción armada.
En los primeros días de julio de 1941, los inquietantes partes de inteligencia recibidos de la frontera Norte del País, en torno a las continuas incursiones de soldados ecuatorianos en suelo peruano, y las reiteradas manifestaciones hostiles en varias localidades del vecino País del Norte, hacían presagiar funestos acontecimientos. 

Al final, el enfrentamiento armado se suscitó. 
Inmediatamente se puso en marcha el plan concebido de antemano por el Estado Mayor liderado por el Comandante General del Agrupamiento, General de Brigada Eloy Ureta. Aquí es oportuno recordar, que dicho Estado Mayor estaba compuesto, en gran parte, por oficiales que habían sido sus alumnos en la Escuela Superior de Guerra.

Unidades de tanques de guerra runbo a sus posiciones de combate
Los entretelones, los pormenores, además de los hechos de armas en sí, han sido tratados, in extenso, por connotados historiadores nacionales tanto civiles como militares. Sin embargo, se exhibe en las redes sociales un documental histórico titulado “Alerta en la Frontera”, filmado en los propios campos de batalla en 1941, y cuya proyección, hasta hace poco inédita, recomendamos ver. 

Solamente nos resta decir, en este punto, que a Ureta le correspondió la máxima responsabilidad en la conducción de las operaciones en el frente Nor – Occidental, comprendido entre Boca de Capones y la quebrada de San Francisco, sobre el río Chinchipe. Un frente de aproximadamente 50 kilómetros.
Los días 23 y 24 de julio de 1941, quedaran grabados en la memoria de todos nosotros, en esos dos días se realizaron las victoriosas operaciones en Zarumilla.

El historiador Luís Alayza y Paz Soldán, nos dice: "La batalla de Zarumilla es el triunfo de la Justicia y el más claro timbre de nuestro ejército. En ella funcionaron como los de un cronómetro los múltiples y complejos engranajes de la acción bélica, dirigidos y preparados por un hombre superior, que domina la difisil ciencia de la guerra, culto y sereno, previsor y noble: el General Eloy Ureta" (Ob. Cit, 1943, p. 461). 

Lamentablemente, el éxito de la operación se empañaría trágicamente con la muerte del teniente de Aviación José Abelardo Quiñones González, natural de la ciudad de Chiclayo, quien en un patriótico y temerario acto, al ser alcanzado por la artillería enemiga el avión XXI-41-3 que piloteaba, afectándolo en sus partes vitales, "envuelto en llamas y lejos de utilizar su paracaídas, en el uso del cual era experto, con plena conciencia de sus actos, mantuvo el equilibrio de su máquina y describío con ella un ceñido viraje enrrumbándola hacia la posición enemiga, estrellándose contra ella y destruyendola por completo" (Valcárcel, p. 237).

El Gobierno del Presidente Manuel Prado Ugarteche, lo ascendió póstumamente, por acción heroica, al grado de Capitán. Este hecho lo convertiría también en el Patrono de la hoy Fuerza Área del Perú (FAP).

Luís Abelardo Quiñones Gonzáles
Así como Quiñones se inmolaba en el exitoso bombardeo de Quebrada Seca  (en la denominada Batalla de Zarumilla), en la captura del puesto ecuatoriano Angulo, entregaba su vida, en aras de la Patria, un destacado combatiente del Batallón de Infantería N° 1, el joven Demetrio Acosta Chuez, nacido en la ciudad de Lambayeque, el 8 de octubre de 1920.

Demetrio Acosta Chuez

En ésta acción murieron también los siguientes combatientes: Sargento Primero Mariano Báldarrago Roldán; Soldado Jeremías Pérez Becerra; Soldado Pastor López Castillo; Soldado Eugenio Fuentes Duáres y el Soldado Julio Santisteban (Montoya - Figueroa, 1986, pp. 68, 69). Debemos agregar: que éste último soldado, era natural del actual distrito de Mórrope.
Demetrio Acosta Chuez, fue ascendido póstumamente a Sargento Primero. La ciudad de Lambayeque, su Patria chica, ha sabido honrar su memoria.
Actualmente una calle del Pueblo Joven San Martín lleva su nombre, así como también un cuartel y un equipo de la Primera División de Futbol de ésta ciudad. Además, todos los 23 de julio de cada año, se realiza una ceremonia cívica patriótica al pie de la casa donde nació el héroe. Sus restos, que fueron trasladados a ésta ciudad a finales de la década del 80 del siglo pasado - a iniciativa del que suscribe - reposan en un significativo mausoleo en el cementerio “El Ángel” de Lambayeque. (Continuara).




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