sábado, 17 de marzo de 2018

Hipótesis en cuanto a la fecha de “fábrica” de la iglesia San Pedro de Lambayeque

Iglesia San Pedro de Lambayeque (Brüning, 1906)

Si de por sí resulta una dificilísima tarea el de establecer la fecha en que se dio inicio al levantamiento del primitivo pueblo de indios de San Pedro de Lambayeque, en el emplazamiento que actualmente ocupa esta ciudad, debido en gran parte a la carencia de fuentes de tan temprana época en los archivos públicos y eclesiásticos de nuestra región, por ende, lo es también establecer con exactitud la fecha en que se comenzaron a colocar los primeros cimientos para la “fábrica” de los  elementos arquitectónicos que componen ésta iglesia lambayecana. Por más que un somero estudio de sus características más significativas nos sugieran que fueron elaboradas en etapas sucesivas.

Veamos a continuación lo que en torno a la fecha del inicio de la fábrica de la imponente iglesia lambayecana argumentan algunos estudiosos de la región.   

Augusto D. León Barandiarán y el Dr. Rómulo Paredes en su libro A golpe de Arpa, aparecido en 1935, consignan un curioso e interesante dato pero sin citar, menos exhibir, fuente documental que lo avale, en el que se dice que la construcción de la  iglesia “se empezó a principios de 1557, bajo la dirección de un arquitecto español”, cuyo nombre se ignoraba. (Ob. Cit. 1935, p. 394).  La fábrica de la iglesia habría durado nueve años y esto suponía que en 1566, “Lambayeque poseía este gran monumento arquitectónico religioso, que es tal vez el mejor del Norte del Perú”. (Ibíd., p. 395).

En ese mismo año (1935) y sin precisar fecha alguna, el fraile dominico Ángel Menéndez Rúa, manifiesta, simplemente, que la iglesia se empezó a construir “a mediados del siglo dieciséis”. (Menéndez Rúa, 1935: p. 49).    

Tres años después, en agosto de 1938, León Barandiarán en el artículo “La Torre inconclusa de Lambayeque”, de su libro Mitos, Leyendas y Tradiciones Lambayecanas, reproduce un relato que en forma de cuento le narrara su abuela doña Manuela Paredes; de este hemos extractado el siguiente párrafo:
     
    […] exactamente en el año de 1557, se comenzó la construcción de la iglesia actual de Lambayeque…estando a cargo de los trabajos un arquitecto español, apellidado Avendaño”. (Ob. Cit. p. 174).

Después de un ligero analices, es interesante observar cómo tanto León Barandiarán, Rómulo Paredes y Menéndez Rúa, coinciden en anotar que la iglesia de Lambayeque - refiriéndose al actual templo de San Pedro - se comenzó a construir a mediados del siglo XVI, dándonos los dos primeros el año de 1557 como la fecha del inicio de la obra y al año de 1566 como la fecha de su culminación. Fecha, esta última, que debemos tener muy en cuenta ya que volveremos a citarla más adelante, pero desde otra perspectiva.

Un relevante e inédito documento

El 8 de julio de 1802, un movimiento sísmico sacudió nuestra región, especialmente el pueblo de Lambayeque. Así lo atestigua un viejo e inédito manuscrito que descubriéramos en 1996, en el Archivo Regional de Lambayeque (ARL). Fenómeno natural que no registra nuestra historiografía regional.

Uno de los edificios más afectados a raíz del fenómeno telúrico, que el instrumento describe como un “fortísimo temblor”, fue la iglesia San Pedro de esta ciudad. Ante este hecho los curas de las cuatro parroquias de Lambayeque enviaron sendas notas al Obispo Diocesano, pidiéndole apoyo para la refacción del templo, éste en respuesta les comunico: […] que los recursos, acompañados del informe de los naturales, deberían elevarse al Virrey”. (Archivo Regional de Lambayeque (en lo sucesivo ARL.). Causas Eclesiásticas 1803).

En abril de 1803, don Domingo Figuerola, a la sazón, síndico procurador del cabildo de Lambayeque, daba cuenta al virrey de que a consecuencia del “fortísimo temblor, ocurrido el 8 de julio del pasado año de 1802”, la iglesia había sido seriamente dañada y se encontraba: […] toda rajada y tan divididas sus paredes que entra la luz por las rendijas y dan evidentes señales de rendirse a uno y otro lado”. (Ibíd.).

El Fiscal de la Real Audiencia de Lima, con fecha 9 de mayo, ordenaba se remita una nota al Gobernador Intendente de Trujillo, jurisdicción a la que pertenecía el pueblo de Lambayeque, a fin de que “instruya el expediente pues la Iglesia no será solo de indios sino Parroquia de Españoles” (Ibíd.). Esto porque como hemos visto anteriormente Lambayeque fue fundado como un pueblo para que vivan solamente indios, pero a raíz del éxodo de pobladores de la arruinada Saña, a partir de 1720 – 1730, el número de españoles y criollos - amén de su esclavatura - se incrementó notablemente.

El Gobernador intendente Vicente Gil de Taboada, se encontraba por aquella fecha en Lambayeque, y es aquí donde recibe el Superior decreto. Inmediatamente el 8 de julio de 1803 Gil de Taboada ordenó se oficiara al Vicario de Lambayeque don Luís de Reina, a fin de que por intermedio del mayordomo de la “fábrica” de la iglesia don Eusebio de Montalbán y el notario de la vicaría don Juan Rivadeneira se le informara, una vez consultados los “libros y papeles”  de sus respectivos cargos, si existía. “alguna razón, de cuando fue construida esta Iglesia Matriz y a expensas de que sujetos”.

Diez días después, el 18 de julio, Rivadeneira certificaba que habiendo revisado “con la mayor atención y prolijidad”, todos los expedientes y papeles del archivo parroquial, no se encontró ninguno que tratara sobre el asunto. Un día después, daba cuenta de lo mismo el mayordomo de la “fábrica” de la iglesia.   

Enterado el Intendente mandó se pasase el expediente al escribano de gobierno, función que también desempeñaba don Juan Rivadeneira. La respuesta del citado escribano, fue que en su despacho tampoco existía razón alguna materia del documento.   

En síntesis podemos decir, que para inicios del siglo XIX, no existía en los archivos públicos y eclesiásticos de Lambayeque, ningún documento que tratara sobre este tema. De ahí que no podamos imaginarnos, hasta el momento, de donde obtuvieron el dato de la fecha del inicio de la fábrica de la iglesia, aquellos informantes de Augusto León Barandiarán y Rómulo Paredes.
 
Interior de la iglesia San Pedro (En: Boceto Histórico de la Iglesia de Lambayeque , 1935)
                                          
                                        La iglesia de Lambayeque viejo

Este de por sí intrincado tema se torna, a nuestro parecer, más complicado aún con la aparición del documentado artículo del investigador trujillano ingeniero Miguel Adolfo Vega Cárdenas, titulado “La Iglesia de Lambayeque viejo”, publicado en 1995. 

En este trabajo, que sin duda constituye un importantísimo aporte a la historia temprana de Lambayeque, Vega Cárdenas manifiesta que aproximadamente a mediados de 1563, se debe haber iniciado la construcción de la primigenia iglesia de Lambayeque, ubicada, según el aludido investigador, en los terrenos denominados hasta nuestros días como “Lambayeque viejo”, situados en las inmediaciones de la ex-hacienda Bodegones, al noroeste de la actual ciudad de Lambayeque.

Iglesia construida principalmente de gruesos muros de adobe asentado con barro “y la portada principal y lateral y el arco toral” edificados “de ladrillo asentado con cal” (Vega Cárdenas: 1995, p. 13). Estaba compuesta “de una sola nave, sin crucero, capilla, baptisterio y una torre campanario a sus pies” (Ibíd.). 

Esta iglesia fue enteramente edificada con el peculio de don Martín Farrochumbi, fervoroso cristiano y acaudalado cacique gobernador del repartimiento de Lambayeque.   

Los trabajos de albañilería estuvieron a cargo del “alarife” o “maestro de albañilería” español don Francisco de Salamanca. Vega Cárdenas anota que la obra se culminó en 1566,  basándose en el año en que se ejecutó el “Concierto de la obra de la Iglesia de Lambayeque” entre el “maestro de carpintería” don Antonio de Vega y el cacique don Martín Farrochumbi, efectuado el 7 de mayo de 1566, ante el escribano público de Trujillo don Juan de Mata. Viejo instrumento, exhumado por Vega Cárdenas, que tuvimos la oportunidad de revisar conjuntamente con el citado investigador en el Archivo Regional de la Libertad, Trujillo, en enero de 1995. Veamos:
     
    “Sepan cuantos esta carta vieren como nos Antonio de Vega, oficial de carpintería y vecino de esta ciudad de Trujillo de estos reynos del Perú, de una parte, y yo don Martín Cacique de Lambayeque, ladino en la lengua  española, encomendado en Pedro Barbarán, vecino de esta ciudad, con autoridad de mi curador Alonso Caro que ésta presenta y yo el dicho Alonso Caro  por el dicho don Martín y como su curador, otorgamos y conocemos por esta presente carta que somos convenidos y concertados a que yo el dicho Antonio de Vega haga la obra de carpintería y albañilería ………..en la iglesia de Lambayeque que vos el dicho don Martín tenéis hecha en vuestra tierra……….. tengo que hacer y somos concertados que haga en la manera y con las condiciones y precios y usos y posturas y penas siguientes:
      Primeramente que yo el dicho Antonio de vega tengo de hacer en la capilla y cuerpo de la dicha iglesia una armadura de madera de la misma labor y suerte que está cubierta y labrada la iglesia del señor San Francisco de esta ciudad de Trujillo, y de par y nudillo cinta y saetín chaflanado, ha de llevar en la capilla dos artesones y tres en el cuerpo de la iglesia, ochavados con sus molduras y las puertas de la iglesia y una puerta a la sacristía y una reja de varas indicadas con sus puertas a la pila del bautismo, hacerlos y asentarlos dando a toda esta dicha obra el dicho don martín la madera, varazón, sogas……..y todo lo demás necesario (………..)” (sic) (Vega Cárdenas, 1995: p. 14).

El arqueólogo e historiador trujillano Juan Castañeda Murga, nos dice que para el año de 1565: “ya estaba casi terminada la iglesia como lo manifestó el alarife en su testamento” (Castañeda Murga, Espinoza Córdova, Pimentel Carranza 2015: p. 137). Castañeda Murga, ubicó el testamento del alarife o “maestro de albañilería” don Francisco de Salamanca, en el Archivo Regional de Trujillo, y la cláusula, de donde rescató el dato, a la letra dice:
     
    Yten – declaro que yo he fecho la Iglesia de Lambayeque que falta sino enluzirla mando que descontado lo que me ha pagado le cobre en que mas pareciere deberseme y estan las escrituras en poder de Pedro de Santillan notario (sic) (Ibíd.).
Pero todo parece indicar que la iglesia no se concluyó totalmente en 1566. El historiador Dr. Lorenzo Huertas Vallejos en un artículo publicado en la Revista Histórica Tomo XLII, manifiesta lo siguiente:
     
    “Cuando en 1566 llegó Gregorio Gonzáles de Cuenca, Diego de Biedma era el corregidor de Lambayeque; Martín Farrochumbi el curaca principal; Juan Jiménez el cura y Pedro Barbarán el encomendero. El templo de Lambayeque se estaba construyendo y según el propio cura “necesitaban acabar la Iglesia, comprar los ornamentos, cruces, copones campanas, puertas y otras cosas necesarias al culto divino”, para ello requerían mil pesos según el mismo religioso. (Huertas Vallejos 2008: p. 36).

Es más, en una disposición emitida el 27 de diciembre de 1566 Gonzáles de Cuenca recomendaba al encomendero del repartimiento de Lambayeque, “vecino de la ciudad de Trujillo” - o sea con residencia en dicha ciudad - y a los alcaldes y regidores de dicho repartimiento “se terminara la iglesia “en brevedad” (Ibíd., p. 37). Estos importantes datos fueron exhumados por Huertas Vallejos de entre la copiosa papelería que se conserva en el  Archivo General de Indias (AGI) con sede en Sevilla, España. 
 
Ahora bien, hemos visto que la disposición de González de Cuenca data del 27 de diciembre de 1566, o sea a escasos cuatro días de iniciarse el nuevo año de 1567, por todo esto creemos que la primitiva iglesia de Lambayeque se concluyó en este último año.

El diluvio de 1578  

En 1578, se presentó en nuestro litoral el recurrente fenómeno de “El Niño”, pero esta vez de extraordinaria magnitud, causando ruina, hambre y muerte en la región. En el fatídico verano de aquel año, las torrenciales lluvias y las aguas desbordadas de su temperamental río, arrasaron con buena parte del pueblo de Lambayeque, inundando incluso su plaza principal, padeciendo serios daños su iglesia que según narran testigos de tan funestos sucesos, “era mejor que la de Lima” o “la mejor que avia en estos valles (sic)”. (Huertas Vallejos: 1987: pp. 40, 51).  Además que había costado “mucha cantidad de pesos de oro y estaba echa muy principal (sic)” (Ibíd., p. )

Sabemos que en la “fábrica” de esta primigenia iglesia lambayecana se invirtió, aproximadamente, la respetable suma de 4.000 pesos de oro.

Vega Cárdenas, sostiene que esta sería la iglesia que con su plata mandara edificar el cacique Martín Farrochumbi en “Lambayeque viejo”. En lo que concierne a lo primero estamos de común acuerdo, pero en cuanto a su ubicación discrepamos particularmente del todo y hemos puesto en tela de juicio tal aseveración.

No cabe duda que a raíz de los lamentables sucesos acaecidos en 1578, las estructuras de la primitiva iglesia lambayecana hayan sufrido, tiempo después, serias modificaciones en su tipología original o, en su defecto, una total reconstrucción arquitectónica.

Por nuestra parte nos arriesgamos a sospechar que esta no es otra que la iglesia fabricada, poco después de la fundación del pueblo de Lambayeque, en el terreno para ella asignado en esa oportunidad, y este también no es otro que el espacio que actualmente ocupa la actual iglesia San Pedro de esta ciudad.

En conclusión la primigenia iglesia del pueblo de San Pedro de Lambayeque se concluyó, repetimos, por el año de 1567, y se arruinó, en buena parte, aproximadamente diez años después, en febrero de 1578. Esta es a las finales nuestra hipótesis de trabajo.

¿Existió una iglesia en Lambayeque viejo?

No ponemos en tela de juicio el que haya habido una primitiva iglesia en el área de “Lambayeque viejo”, los papeles del siglo XIX y de principios del siglo XX, que hemos tenido la oportunidad de consultar nos dan fe de ello. Por nuestra parte nos inclinamos a sospechar que el denominado “Lambayeque viejo”, no fue otra cosa que el primitivo pueblo prehispánico de Ñampaxllec o Ñampagic. En viejos infolios suele llamársele como “Lambayeque la vieja”, mediados del siglo XVII; “Pueblo de Lambayeque viejo”, principios del siglo XVIII; “Lambayeque el viejo”, mediados del siglo XVIII; o simplemente “Lambayeque viejo” desde las postrimerías del siglo XVIII, hasta nuestros días.

El investigador, explorador, geógrafo y escritor italiano Antonio Raimondi visitó esta zona por la década del sesenta del siglo XIX, y en su obra “El Perú”, nos dice:
    
    […] fui a ver el lugar que llaman Lambayeque-viejo. En efecto, hallé las ruinas de una pequeña Iglesia y de algunas paredes situadas más allá; pero bien por falsedad de la tradición, ó porque el pueblo fue muy reducido, lo cierto es, que no se notan sino unas pocas paredes, que parecen haber pertenecido a una sola casa” (Raimondi, 1965, Capitulo. XVII: p. 331).

Es más en un viejo plano a color de las tierras de “Lambayeque viejo”, que data de 1903, que hace algún tiempo atrás tuvimos la suerte de descubrir entre las hojas de un voluminoso expediente que se conserva en el Archivo Regional de Lambayeque (ARL), podemos apreciar nítidamente en el lado superior de este, el dibujo de ciertas divisiones en la sima de un promontorio, al pie de este una leyenda que a la letra reza: “Huaca de la Iglesia”. Valioso documento que no hace más que avalar la existencia de una iglesia en esta zona (Izquierdo Castañeda, 2006: p. 5).


Plano de Lambayeque viejo (Archivo Regional de Lambayeque. 1903)

Sección ampliada del plano. Dentro del círculo se lee “Huaca de la Iglesia”

En 1919, Enrique Brüning, tomó una fotografía en la que se puede apreciar todavía, sobre un montículo de arena, tierra y maleza, las ruinas de la desaparecida iglesia de “Lambayeque viejo”.

A partir de las tres primeras décadas del siglo XX, con el afiebrado afán de ampliar la frontera agrícola en esta porción de tierras de aproximadamente 139 hectáreas, hoy parceladas, se derribaron los extensos paredones de su primitivo y prehispánico núcleo urbano y de paso también la huaca sobre cuya sima se encontraban los escombros de la primitiva iglesia, de ahí que no exista ahora rastro alguno de estos históricos vestigios en la zona.


Ruinas de la Iglesia de Lambayeque Viejo (Brüning, 1919)


Bibliografía

CASTAÑEDA MURGA, Juan. ESPINOZA CÓRDOVA, María del Piar. PIMENTEL CARRANZA. Templos virreinales de los valles de Lambayeque. Fondo Editorial. Universidad San Martin de Porres. Lima – 2015.

HUERTAS VALLEJOS, Lorenzo. Versión paleográfica y comentarios. Ecología e Historia. Probanza de indios y españoles referentes a las catastróficas lluvias de 1578, en los corregimientos de Trujillo y Saña. Francisco Alcocer, escribano receptor. CES SOLIDARIDAD. Chiclayo – 1987.

IZQUIERDO CASTAÑEDA, Jorge. La Iglesia San Pedro de Lambayeque. Suplemento Dominical del Diario "La Industria" de Chiclayo. Mayo 2006

LEÓN BARANDIARÁN, Augusto. Mitos, Leyendas y Tradiciones Lambayecanas. Editado por el Club de Autores y Lectores de Lima. Lima – 1938.

LEÓN BARANDIARÁN, Augusto. PAREDES, Rómulo. A golpe de arpa. (Folklore lambayecano de humorismo y costumbres) Ed. de los autores, Lima – 1934.

MENÉNDEZ RÚA, Ángel. Boceto Histórico de la Iglesia de Lambayeque. Imprenta La Gaceta. Lambayeque - 1935.

RAIMONI, Antonio. EL PERÚ. Historia de la Geografía del Perú. Tomo II. Imprenta del Estado. Calle De La Rifa, N° 58. Por J. Enrique del Campo. Lima – 1874.

VEGA CÁRDENAS, Adolfo. La Iglesia de Lambayeque Viejo. Revista Calle Real Nº 2. Órgano informativo del Patronato de Lambayeque. Chiclayo – 1995.

Documentos

Archivo Regional de Lambayeque
Causas Eclesiásticas 1803







No hay comentarios:

Publicar un comentario