viernes, 24 de noviembre de 2017

A MANERA DE UN REQUIÉSCAT IN PACE



Hace algún tiempo atrás, nuestro apreciado amigo el historiador chiclayano Erik Mendoza Samillán, insertó una fotografía en el prestigioso Grupo de Facebook “Antiguas Fotos de Chiclayo”, rescatada, por él, de la revista limeña “Variedades” de 1920.

Hemos tenido la oportunidad de revisar aquella vieja revista que en original posee nuestro dilecto amigo el bibliófilo y bibliógrafo chiclayano Miguel Ángel Díaz Torres. La leyenda, que acompaña la antigua vista, a la letra dice:     
    
    “Como un detalle típico y muy nuestro, ofrecemos los retratos de dos centenarios: Trinidad Sarrin que cuenta con cien años de edad sobreviviente de la guerra de la independencia, y que relata aún las gloriosas hazañas de los libertadores y Basilia Escut, que da razón de Bolívar, a quien conoció personalmente, pues cuenta con la friolera de 114 años, ambos ancianos fueron premiados por el municipio”.

Don Trinidad Sarrin Tancún y doña Basilia Escute

Página del ejemplar de la revista "Variedades" de Lima (1920). Colección: Miguel Ángel Diaz Torres

Recuerdo que en esa oportunidad, hicimos un comentario al respecto. En él anotábamos que tal vez el nombre de la noble anciana, que en la vista se nombraba como Basilia Escut, acompañada de don Trinidad Sarrín de 100 años de edad, se trataría de un homónimo de doña Basilia Escute, así su apellido materno completo.

Ahora - hechas las averiguaciones del caso - sabemos que no se trataba de un homónimo, ni mucho menos, ya que la longeva anciana de recogidos cabellos canos que aparece en dicha fotografía, no era otra que doña Basilia Escute, natural de ésta generosa y benemérita ciudad de San Pedro de Lambayeque.

Queremos agregar que el nombre completo del acompañante de doña Basilia, era: don Manuel de la Trinidad Sarrin. Bautizado en la iglesia parroquial de Lambayeque el 10 de junio de 1816. O sea que al momento de posar para el lente del reportero de la revista limeña “Variedades” contaba con 104 años de edad. Don Manuel de la Trinidad, fue hijo legítimo de don José Sarrin y de doña Jacoba Tancún, nobles apellidos indígenas de Lambayeque.

Doña Basilia Escute fue hija de don Anejo Escute y había nacido en 1807. De ella se narraba una vieja anécdota que se suscitó con motivo de las celebraciones del centenario del Perú, el 28 de julio de 1921. Doña Basilia, había sido especialmente invitada a la ceremonia de inauguración de la “Plaza Independencia” y, por ende, a la develación de la estatua de bronce del prócer lambayecano coronel Pascual Saco Oliveros, ubicada al centro de la misma. Se dice que al momento de correr el velo que cubría dicha estatua, emocionada y en voz alta, doña Basilia exclamó: ¡adioo! ¡igualito a mi pascualito!

No era para menos, ya que doña Basilia Escute contaba con 13 años de edad al momento de declarar y proclamar ésta ciudad su independencia del poder español. Por lo tanto había llegado a conocer, y muy de cerca, al mismo Pascual Saco Oliveros, a don Juan Manuel Aniceto Iturregui Aguilarte y a don José María Lastres y Martínez de Tejada, ilustres próceres lambayecanos cuyos restos reposan hoy en el Panteón Nacional de los Próceres de la ciudad de Lima. En fin, daba cuenta detallada de todos los que tuvieron activa y decisiva participación en tan memorable jornada.

No cabe duda, que doña Basilia narrara también, y con lujo de detalles, los fatídicos efectos causados por los copiosos aguaceros y catastróficas inundaciones que asolaron notablemente su tierra natal a lo largo del siglo XIX (1828, 1871, 1878 y 1895).

En su larga vida tuvo dos compromisos, el primero con un señor de apellido Vergara, con el cual, se sabe, tuvo un hijo llamado Miguel Vergara Escute. El segundo, con don José de la Encarnación Seclén, con el que procrearon siete vástagos, de los cuales, al momento, hemos podido fichar solamente a cuatro: don Pedro de la Encarnación, don José de la Encarnación, don José y doña María del Carmen Seclén Escute.

En el ocaso de su vida, doña Basilia, se convirtió en acérrima adepta al gobierno del presidente don Augusto Bernardino Leguía Salcedo, su “paisano y “amigo”, como ella misma decía.

Doña Basilia Escute dejó de existir en horas de la noche del 8 de septiembre de 1922, a la edad de 115 años, en su domicilio ubicado en la antigua calle de “San Carlos”, arteria que abarcaba la antigua calle de “Santo Domingo” hoy “Huamachuco”, el Parque Infantil y buena parte de la vieja calle de “Tancún”, hoy “Emiliano Niño Pastor”, en ésta ciudad.


A las diez de la mañana del siguiente día, don Joaquín Poemape Seclén, que para esa fecha contaba con 42 años de edad, soltero, de profesión agricultor y con domicilio en la calle “28 de Julio”, asentaba en el Libro de Registro de Defunciones de la Municipalidad Provincial de Lambayeque el lamentable suceso.


Por la década del cincuenta del siglo pasado, don Joaquín Poemape Seclén contrajo matrimonio con doña Santos Santamaría Sandoval, con la que tuvo dos hijos, que son los que hasta el momento hemos podido fichar: doña Petronila Poemape Santamaría, que contrajo nupcias con don Humberto Sandoval Morales, y don Manuel Poemape Santamaría que casó con Martina Chapoñan Vidaurre, natural del distrito de Mórrope.


Los Poemape, en Lambayeque, descienden de don José Manuel Poemape la Rosa, natural de San Pedro de Lloc, y miembro del cabildo patriótico que declaró la independencia de Lambayeque la memorable noche del 27 de diciembre de 1820; rompiendo, con éste significativo acto, las cadenas que por espacio de casi tres siglos ataron a nuestra querida ciudad al anacrónico régimen español.


Don José Manuel, fue hijo de don Juan León Poemape y de doña Agustina de la Rosa. Contrajo matrimonio en primeras nupcias con doña María Natividad Huerta, con la que procrearon varios hijos de los cuales fallecieron casi todos en la menor edad, sobreviviendo solamente Manuela Poemape Huerta.

Viudo ya, don José Manuel, contrajo segundas nupcias con doña María del Rosario Ramírez, de este matrimonio vinieron al mundo: don José Gertrudis, presente en las victoriosas jornadas de Junín (6 de agosto de 1824), y Ayacucho, (9 de diciembre de 1824); don Pedro, don Pascual, don Patricio, y don Manuel Poemape Ramírez.

José Manuel Poemape la Rosa, falleció en 1829, y fue declarado prócer de la independencia en 1965, conjuntamente con el resto de firmantes de las históricas actas de la independencia de Lambayeque, la primera del 27 de diciembre de 1820, y la segunda del 31 de diciembre del mismo año,

Ahora bien, don Joaquín Poemape Seclén, fue hijo de don José Manuel Poemape Villanueva, nieto del prócer, y de doña Carmen Seclén Escute, hija de doña Basilia Escute. Doña Carmen falleció el 16 de diciembre de 1949, a la edad de 109 años. Don Joaquin tuvo por hermanas a doña Antonia, doña Margarita, don José, don Pedro, don Manuel, doña Rosa Mercedes y doña Jacoba (Jacobita) Poemape Seclén, todos naturales de Lambayeque.

Doña Jacobita Poemape Seclén, a la que tuvimos oportunidad de conocer ya muy anciana por la década del sesenta del pasado siglo, se deleitaba narrando, con lujo de detalles, la presencia de las fuerzas chilenas en esta ciudad con motivo de la denominada Guerra del Pacifico y, sobre todo, rememorando a sus más cercanos antepasados participes en la titánica empresa de la libertad. Doña Jacobita, dejo de existir el 11 de marzo de 1977, a la edad de 106 años. 

Su hermana doña Rosa Mercedes Poemape Seclén, contrajo matrimonio con Olegario Suarez Vidaurre, nacido en 1872, hijo legítimo de don Pedro Suarez Poemape y doña Mercedes Vidaurre. Don Olegario, dejó de existir el 23 de enero de 1954, a la edad de 82 años. Entre sus hijos se encuentran don Fernando, Manuel, Isidro, Pedro, Susana, Irene y Juana Suárez Poemape.    

Don Manuel Suárez Poemape, tuvo por hijos a doña Adela Suarez Pejerrey, doña María Esperanza Suarez Gástelo de Gonza, doña Silvia, doña Antonieta, don César, don Juan, doña Mercedes y doña Gloria Suarez Ríos.

El 13 de septiembre del 2017, después de larga y penosa enfermedad y a la edad de 81 años, entregó su alma al Señor doña María Esperanza Suarez Gástelo de Gonza, rodeada de su hija la señora Soledad Gonza Suarez de Rondoy, su yerno el ingeniero José Adán Rondoy Cavero y sus nietos Adán Ignacio y María Esperanza Rondoy Gonza.

María Esperanza Suarez Gastelo de Gonza
Con doña María Esperanza, a la que cariñosamente llamaban sus familiares “Mamá Pachita”, se va también otra de las hojas de aquellas ramas del frondoso árbol cuyo tronco plantara en ésta ciudad el prócer de nuestra independencia don José Manuel Poemape de la Rosa, entre los que se encuentran también los Chonate Muñoz y los Zapata Jordán.    

Esta última familia desciende de don César Jordán Vázquez que casó con doña Antonia Poemape Seclén. Durante su matrimonio procrearon a doña Hermegilda, don Humberto, don Carlos y don Pacifico Jordán Poemape.

Doña Hermegilda Jordán Poemape, contrajo nupcias con don Antonio Zapata Barrera, padres de la recordada profesora lambayecana doña Antuca Benigna (Antuquita), el escribano Edmundo Pedro, Josefa Catalina, César Augusto y el odontólogo Dr. Norberto Antonio Zapata Jordán.

En cuanto a los Chonate Muñoz, descienden de doña María del Carmen Seclén Escute - descendiente de doña Basilia Escute - que casó con don José María Muñoz. Su hija doña Irene Muñoz Seclén – que vivió con doña Margarita y doña Jacobita Poemape Seclén -  contrajo matrimonio con don Ricardo Chonate Viluco. Durante su matrimonio tuvieron a don Bernardino, Jorge, Andrés (que tuvo por hijos a don Augusto y Marga Chonate Quevedo, y a don Ricardo y Carmen Chonate Rivadeneira), Ignacio y Ramona Chonate Muñoz. 

Doña Jaccoba (jacobita) Poemape Seclén 


De pie y de izquierda a derecha. Jacoba Poemape Seclén, Joaquín Poemape Seclén y Rosa Mercedes Poemape Seclén, sentada doña Carmen Seclén de Muñoz.
       

De izquierda a derecha. Doña Margarita Poemape Séclen, Irene Muñoz Seclén de Chonate, fallecida cumplidos los 101 años de edad, y doña Jacobita Poemape Seclén, que dejó de existir a los 107 años







 

 

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