sábado, 2 de febrero de 2019

Las cuatro Actas de proclamación de la independencia de Lambayeque


 Acta de proclamación de la independencia de Lambayeque

27 de diciembre de 1820

    “En el pueblo de Lambayeque, a las diez de la noche del día de hoy, veintisiete de diciembre de mil ochocientos vente, y primero de la independencia de este pueblo, los señores doctor don Pedro Antonio López y Vidaurre, alcalde de primera nominación y abogado de la audiencia nacional del distrito; don Melchor Sevilla, alcalde de segunda nominación y teniente del escuadrón (de milicias) de Pacasmayo; los regidores, Dr. D. José maría Muga, alguacil mayor y subteniente del regimiento de infantería de milicias de este pueblo; don José Manuel Poemape, depositario de la caja de propios; don Eugenio Crisanto Yerren; don Valentín Mondragón, subteniente de milicias de infantería de este partido y alcalde provincial, don Pedro Yuyas; los síndicos procuradores Mariano Quesada y don Hilario Gil – que componen el primer ayuntamiento de esta población – se han reunido los señores susodichos en hora imtempestiva (sic) y en la casa del señor alcalde de segunda nominación don Melchor Sevilla, por graves varias razones, siendo entre ellas, la que más ha obligado a esta Junta, extraordinaria en tiempo y lugar, eludir el continuo espionaje y las trabas que, por ser español europeo el subdelegado presidente (Manuel Jacinto Romero) podría oponer a las miras beneficiosas de esta corporación, si se reuniese en la casa consistorial; resolvieron cautelarlo todo del modo expresado y, en su consecuencia, después de haber hecho presentes las diversas cartas del Excmo. Sr. D. José de San Martín, general del Ejército Libertador del Perú, escritas a varios individuos de este cuerpo, y conferenciado muy detenidamente sobre el espíritu de todos sus capítulos; e igualmente después de haber balanceado la justicia de la causa que defiende, por cortejo de sus papeles públicos, superiores en todo a los buenos conceptos de los papeles de lima; convencidos, en mérito de todo, de la buena causa que defienden las armas patrióticas, de cada uno anticipadamente estaba persuadido; y tratando de dar ejemplo a los demás cabildos de esta provincia, adicto al sano sistema de la libertad e independencia de la América del gobierno español, a que desgraciadamente ha estado sujeta hasta el día, por el duro sistema colonial, deseando romper las cadenas opresoras de tan ignominiosa esclavitud – por un rasgo generosos y unido de la libre y espontánea voluntad de este ilustre cuerpo – ha resuelto jurar, como de facto jura, la independencia absoluta del gobierno español, por sí y a nombre de toda esta población a quien representa, satisfecho, hasta la evidencia, de ser este voto común, subordinándose totalmente al sistema de constitución y leyes que el gobierno supremo de la Patria estableciere para el arreglo, buen orden y felicidad de todos sus hijos nacidos en esta América, protestando ante Dios, y la faz de todo el universo, sostener y defender, con sus vidas y haciendas, la santa religión que profesa, los códigos y las leyes que en lo presente y futuro dictare la Patria para el mejor orden y régimen de sus pueblos, previniendo que, si este juramento no lo hace con todas las demostraciones y solemnidad que desea este cuerpo, y el modo público que correspondería, no es por otra causa que la de evitar el escándalo de las opiniones de los jefes militares de esta población, que juzgan poder contrariar sus votos y juramentos, en mérito del total recato y falta de noticia de este ayuntamiento, conque ha procedido hasta el día el señor comandante militar, acerca de cuanto se le ha comunicado de oficio sobre el estado de los negocios públicos; para cuya constancia así lo dijeron y firmaron, previniendo que, sacándose copia certificada de esta acta, se remita, en tiempo oportuno, al Excmo. Sr. Capitán general y en jefe del Ejército Libertador, para su superior satisfacción, siendo del resorte de esta corporación el manifestar – variadas las circunstancias – de un modo solemne y público, sus sentimientos patrióticos, en celebridad del día feliz en que ha recuperado el Perú la antigua libertad en que fué creado por el Eterno, de que certificamos.- Firmados: - Dr. Pedro Antonio López y Vidaurre.- Melchor Sevilla. – José María Muga.- Eugenio Crisanto Yerrén.- José Manuel Puémape.- Pedro Yuyas.- Valentín Mondragón.- Dr. Mariano Quesada.- Hilario Gil.- Ante mí; José Manuel Otiniano, secretario patriótico”. 

Acta de proclamación de la independencia de Lambayeque

31 de diciembre de 1820

    “En Lambayeque, a treinta y un días de diciembre de mil ochocientos veinte, los señores que componen este cabildo patriótico, juntos y congregados en esta sala nacional, primeramente el señor subdelegado don José Díaz de Arellano, que preside; los señores alcaldes, Dr. D. Pedro Antonio López y Vidaurre, de primera nominación, abogado de la real audiencia del Distrito; y señor don Melchor Sevilla, de segunda nominación, y teniente de caballería de Pacasmayo; los regidores, don José María Muga, alguacil mayor y subteniente de milicias del regimiento de infantería de Lambayeque; don Eugenio Crisanto; don José María Puémape, depositario de la caja de propios; subteniente don Valentín Mondragón, alcalde provincial y subteniente de milicias de dicho pueblo; y del síndico procurador don Hilario Gil, dijeron; que, penetrados del mismo entusiasmo y amor a la libertad e independencia, con que, en reunión y representación de todo este numeroso vecindario, juraron privadamente en el acto que precede, por las razones que en ella se expresan ratifican su antecedente juramento, por si y en nombre de todo este público, que, congregado espontáneamente, por las calles y plazas de esta población, desde las tres de la mañana de este día, los precisó a que, sin que se perdiesen momentos, se jurase y proclamase la libertad e independencia, con la solemnidad que exige la vehemencia de sus deseos; en cuya consecuencia, y de la interrupción que ocasionó uno que otro vecino que se introdujo en esta sala, hemos tenido a bien ratificar nuestro antecedente juramento, despojándonos, como nos despojamos, de los cargos que hasta este instante hemos tenido, suplicándole a este generoso pueblo que, en obsequio y consideración a nuestras fatigas y desvelos excesivos, que nos ha costado sostenernos en circunstancias tan críticas y delicadas, se sirvan ahorrarnos en lo sucesivo, si fuera posible, de los onerosos cargos que hemos servido, resignando en sus manos la misma autoridad que de ellos recibimos para que disponga de su arbitrio, y que, para su satisfacción y conocimiento, se lea esta acta, como la antecedente.- Así lo dijeron y firmaron, de que certifica.- José Díaz de Arellano.- Dr. Pedro Antonio López y Vidaurre.- Melchor Sevilla.- José María Muga.- Eugenio Crisanto Yerren.- José Manuel Poemape.- Valentín Mondragón,. Hilario Gil.- Ante mí, José Manuel Otiniano, secretario patriótico.


Acta de proclamación de la independencia del pueblo “medio y bajo” de Lambayeque

31 de diciembre de 1820

     Viva la Patria! 1820.- en el pueblo de Lambayeque, a los treinta y un días del mes de diciembre, último del despotismo y primero de la independencia y libertad de dicho pueblo, en la casa habitación del procurador síndico, Dr. D. Mariano Quesada y Valiente, como a las dos de la mañana, se constituyó el pueblo medio y bajo de su vecindario, representado en un crecido número de individuos, expresándose así por medio de dos de sus caudillos: “Sr. Dr. D. Mariano: el pueblo ocurre a Ud. como a su padre y director. Estamos persuadidos de que se insidia contra nosotros, a fin de impedirnos el proyecto (que, por consejo de Ud. tenemos) de jurar nuestra independencia y libertad, en la plaza pública de este pueblo, a la hora sexta de esta presente mañana. Por tanto, Ud. nos ampara, nos dirige, y de su voz dependen nuestras operaciones, que no tienen otro objeto que la pronta jura de la libertad de nuestra patria, por lo que no obedecemos a otro alguno que no sea a Ud.-”.

    Estas patrióticas expresiones con otras más, que manifestaban el sagrado entusiasmo y liberal espíritu del pueblo, fueron oídas por expresado síndico procurador con el dulce placer de un buen patriota, que veía puestas en planta y en el efecto sus miras y diligencias anteriores; y, procurando conservar el orden tranquilidad y quietud de la población, no menos que la seguridad de los particulares, se produjo de este modo: Hijos, por mi destino de síndico procurador, soy el depositario y representante de vuestros votos, uniformes con los míos; deseo vuestra independencia y la mía; nuestra felicidad y la de nuestro país, me harán arrostrar los mayores peligros y sacrificios. Reposad en la casa de nuestro padre; y esperemos la luz del día, para que verifiquemos nuestro proyecto”.- En este estado, y siendo cuasi incontenible el fuego que animaba el espíritu del pueblo, e instado con entusiasmo a ser los primeros en enarbolar el estandarte de la libertad y proclamar la Patria, aún con anticipación a las demás clases dela población con el objeto de que ella fuese la primera que, en toda la provincia de Trujillo del Perú, proclamase y jurase la independencia, cuyo acto sería tan del agrado de nuestro libertador, el Excmo. Sr. D. José de san Martín; y, habiendo tenido noticia de que los demás vecinos, estimulados por esta heroicidad patriótica del pueblo, que se había hecho ya pública, trataban de hacer lo mismo a las seis de la mañana, accedió el síndico procurador a poner en efecto proyecto y decisión; para cuyo sagrado acto, tomando en la mano un estandarte bicolor, que había costeado de antemano para su vez, se constituyó en el patio de dicha casa y requirió al pueblo del modo siguiente: “Hijos, aquí tenéis la insignia de vuestra independencia: ¿Qué queréis? – Contestaron a una voz: Jurarla jurarla! – Continúo el síndico ¿Qué causa os mueve a esta determinación? –Contestaron: Nuestra espontanea voluntad y el bien de nuestra Patria – Repuso el síndico: Pues haced la señal de la cruz, y ante el  Eterno y este estandarte, os requiero así: ¿Juráis ante Dios, juráis seguir la sagrada religión católica, que profesamos; juráis vuestra libertad e independencia, y vuestra sumisión y obediencia a las leyes y mandatos que se dicten y pueden dictarse por el supremo gobierno, cuando se forme y, en el entretanto, por las autoridades respectivas? – Contestaron todos a una voz: Si juramos.- Pues, si así lo hiciereis, dijo el síndico, Dios os ayude, y, si no, os lo demande”.- 

    Cuyo acto solemne, repetido por tres veces del mismo modo, terminó en vivas y expresiones, manifestando su común regocijo y agradecimiento a nuestro libertador, el Excmo. Sr. San Martín, en tales términos, que, formándose una agradable alternativa entre las voces de los concurrentes y los instrumentos músicos, que ya, á esa hora, se hallaban entre ello. No se oían otras expresiones que las de Patria, Libertad, Excmo. Sr. San Martín. Posteriormente, a las cinco de la mañana, se dirigió el pueblo, presidido por el síndico procurador, tremolándose el estandarte entre vivas y aclamaciones, orquesta de música y común regocijo, a la plaza pública de esta población; y, constituido en ella, volvió el concurso para que ratificase su juramento, lo que verificó en los mismos términos que quedan referidos. En consecuencia, circulando dicha plaza, se paseó el estandarte con los mismos vivas y expresiones patrióticas, por las calles acostumbradas; de suerte que alumbró nuestra independencia y libertad a este pueblo, como la aurora al día, en el instante en que el estandarte se regresó a la casa del procurador, y, colocado en sus balcones, quedó expuesto al público, tremolándose en obsequio de la patria, y celebrándose con las mayores demostraciones del más sincero placer; cuya festividad duró por todo el día; e iluminándose en la noche la calle y plazas, el estandarte acompañado de un sinnúmero de pueblo, y recibiendo salvas su tránsito por los cuarteles, se recogió a la misma casa, en que fue cortejado el pueblo, como todo el día, manifestando el procurador su singular gozo.

    Por lo que se concluyó esta acta, en la que, con preferencia, se ha demostrado el patriotismo de los que en ella intervienen, ofreciendo, últimamente, el procurador ponerla personalmente en manos de nuestro libertador el Excmo. Sr. D. José de san Martín, para su superior satisfacción. Para cuya constancia la firmó, en unión de los individuos que pudieron hacerlo, y, por los que no, el presbítero don Pedro Celestino Adán, que, como buen patriota, asistió a toda ella; todo lo que certifico y juro, en la más solemne forma.- Dr. D. Mariano Quesada, síndico procurador.

Nota.- Siguen 59 firmas y luego una elación de 111 nombres.

Acta de proclamación publica de la independencia de Lambayeque

14 de enero de 1821

    “En Lambayeque, a los catorce días del mes de enero de mil ochocientos veintiuno, este muy ilustre ayuntamiento, compuesto del señor gobernador político y militar, y de todos los señores que suscriben; consecuentes con lo acordado en actas de dos y cinco de este presente mes, juntos y congregados en esta casa consistorial; se refrendó la ratificación que, en treinta y uno del último diciembre, hizo del juramento de libertad e independencia la noche del veintisiete del próximo pasado; y, seguidamente, presentes que fueron las corporaciones seculares, en esta sala prestaron el mismo juramento, habiéndose proclamado el nuevo sistema de independencia en los días dos y ocho del mes presente, con la mayor pompa, y grandeza y lucimiento posibles en este pueblo, y conforme a lo acordado en el acta de cinco de este mes. Evacuada la ratificación por los señores de este ayuntamiento, y los jefes y subalternos de esta aduna patriótica y factoría, se dirigió a la plaza pública el señor comandante militar; y, habiendo recibido el juramento de su tropa, vuelto a incorporarse en esta corporación, como presidente de ella; en unión de los jefes expresados, pasó a la iglesia matriz, en donde, al tiempo del evangelio, se le recibió el juramento público al venerable clero; y, en seguida a todo el numeroso vecindario, que concurrió muy gozoso a la solemne función, misa y te deum que le cantaron en el templo; de donde, restituido este ayuntamiento a esta sala consistorial, arengaron, por el cabildo, el señor alcalde primera nominación, Dr. D. Pedro López y Vidaurre, y, por el clero, el presbítero don Manuel Vargas Machuca; con lo que se cerraron las satisfacciones públicas en la mañana de este día, por lo respectivo a este ayuntamiento, que, en obsequio del público regocijo, alegría y contento de este vecindario, y para perpetua memoria del entusiasmo patriótico de todos sus vecinos, ha creído no deber silenciar que, en los siete días que corrieron desde el ocho de este mes, en que se publicó el bando, hasta este día, en que se hizo la solemne jura, ha porfía han explicado la efusión de su gozo, con iluminaciones vistosas y alegres; candeladas graciosas, adorno de sus calles, tan divertidas en estos festines, que solemnizaban las diversas orquestas; y no sólo el cabildo y las personas principales; sino también la plebe, con sus instrumentos comunes de guitarra y tambores, han tomado parte en el regocijo, invadiendo las calles y las plazas con el más íntimo alborozo; y, no contentos con tales demostraciones, han dado principio ya las casas pudientes a las funciones privadas que tienen dispuestas, para sellar, en privado, con lucidos saraos y magníficos convites, las satisfacciones públicas de los días precedentes. De todo lo que, conforme a lo dispuesto por el señor gobernador intendente del departamento en 29 de diciembre de 1820, se remitirán certificaciones por triplicado, con inserción del acta primera de este libro y de la segunda del día dos de enero corriente, por el presente secretario, acompañadas del oficio que corresponde, por esta corporación, que, finalmente requerirá a todos los pueblos del partido, a quienes se le mandó ejecutar lo mismo, de orden de su señoría, contestar el recibo, y dar noticia a este ayuntamiento de si han cumplido con cuanto se les previno. Así lo dijeron y firmaron, de que certifico. – Juan del Carmen Casós.- Dr. D. Pedro Antonio López y Vidaurre.- José María Muga.- Eugenio Crisanto Yerren.- José María Poemape.- Valentín Mondragón.- Pedro Yuyas.- Hilario Gil.- Ante mí, José Otiniano, secretario patriótico.  





 


2 comentarios:

  1. JORGE
    NO SE TIENE LA RELACIÓN Y FOTOCOPIA DE LOS 59 FIRMANTES Y 111 NOMBRES
    ?
    GRACIAS
    OTTO SALCEDO T.

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  2. ¿Qué paso? ¿Por qué no firmó Juan Manuel Iturregui, Pascual Saco Oiveros?

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