Plaza "Independencia" en Lambayeque. Inaugurada el 27 de diciembre de 1820 (Colección: Miguel Ángel Díaz Torres, 1929) |
Si bien es cierto, los
trabajos en pro de la revolucionaria empresa por la emancipación política, del
opresor régimen español, en el pueblo de San Pedro de Lambayeque, estuvieron a
cargo de entusiastas patriotas nacidos en su fértil suelo, lo es también, que
en todo lo que significó este supremo esfuerzo, actuaron a su lado, codo a
codo, algunos personajes oriundos de otros rincones del Perú. Estos se
encontraban avecindados en esta santa tierra por diversos motivos y desde hacía
un buen tiempo atrás.
Casos notables: el de don
Melchor Sevilla, alcalde de segunda nominación del cabildo lambayecano y
teniente del escuadrón de milicias disciplinadas de Pacasmayo. Sevilla, en acto
patriótico, proporcionó el domicilio donde residía, para que en él se reunieran
los miembros del cabildo en horas de la noche del 27 de diciembre de 1820.
Esa memorable noche,
después de leer, ávida y detenidamente, los capítulos de “las diversas cartas”
escritas por el general don José de San Martin y Matorras a varios de sus
componentes y luego de tensa y alturada deliberación, acordaron, por unanimidad,
redactar la histórica acta de la jura de la independencia absoluta del poder
español del pueblo de Lambayeque.
Todo esto, días antes que
la ciudad de Trujillo, capital de la intendencia del mismo nombre y a la que
pertenecía el partido de Lambayeque, proclamara su independencia el 29 de
diciembre de 1820, y siete meses antes del día en que el ilustre argentino
capitán general don José de San Martín pronunciara en la plaza mayor de Lima, e
hiciera pregonar a tambor batiente por calles y plazas de la capital, la mañana
del 28 de julio de 1821, su célebre proclama:
“El
Perú es desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de
los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende”.
Lambayeque se convierte
así en el primer pueblo en proclamar exitosamente su independencia en todo el
norte del Perú.
El otro caso es el del
limeño don Juan del Carmen Casós Barrionuevo, Sargento Mayor por su Majestad
del Regimiento de Infantería de Milicias Disciplinadas de Lambayeque y
Chiclayo, grado que ostentaba al momento de la insurrección, además del cargo
de regidor perpetuo del ilustre cabildo de Saña en el partido de Lambayeque.
Para terminar, creemos que sería de sumo interés, para el mejor conocimiento de nuestra incipiente historia regional lambayecana, saber de donde era oriundo don Melchor Sevilla Navarrete.
Autográfa del general Juan del Carmen Casós Barrionuevo |
A su mando y ordenes se
encontraban los reconocidos próceres lambayecanos don Juan Manuel Aniceto Iturregui
Aguilarte, capitán de milicias de caballería de Ferreñafe, y el capitán don
Juan Pascual Saco Oliveros, capitán de milicias de infantería del pueblo de
Lambayeque, ambos de notable actuación la noche en que Lambayeque juró de facto
ser libre de toda opresión, rompiendo con este sublime acto las ligaduras que la
ataban al régimen peninsular.
Juan del Carmen Casós
Barrionuevo, nació en la ciudad de Lima, capital del virreinato del Perú. Fue
miembro activo del “Club Patriótico” o “Sociedad Secreta” fundada por Juan
Manuel Aniceto Iturregui Aguilarte, además de eficaz colaborador de la
independencia de Lambayeque.
Producido el
revolucionario pronunciamiento contra el régimen español, la memorable noche
del 27 de diciembre de 1820, Casós, en su calidad de comandante militar de la
plaza, se mantuvo al frente dirigiendo con firmeza el accionar de los patriotas
lambayecanos. Fue él, quien comisionó al valiente y entonces capitán de
milicias disciplinadas de Lambayeque don Juan Pascual Saco y Oliveros, intimara
la rendición de los oficiales realistas del Escuadrón de Dragones acantonado en
la casa de la “Aduana”, hoy sede de la Institución Educativa “27 de Diciembre”.
Local de la antigua Aduana de Lambayeque. Sede temporal del Escuadron realista en esta ciudad (Memo Luna, 2010) |
Juan del Carmen Casós,
recibió el despacho de general de brigada el 30 de noviembre de 1821, y estaba
incluido, en calidad de asociado, a la Orden del Sol desde el 12 de diciembre
del citado año, conjuntamente con el prócer lambayecano don José Rivadeneira y
Tejada. El 10 de octubre de 1825, Casós, fue condecorado por el Congreso con la
“Medalla de Honor del Libertador”, por sus caros servicios prestados a la
campaña final de la independencia del Perú.
Fue hijo legítimo de don
Juan Carlos Casós, natural de Francia, y de doña María Ángela Barrionuevo,
oriunda de la ciudad de Lima. Su padre ostentaba el pomposo título de Médico y Cirujano por su Majestad en todos
sus dominios y Teniente de Protomédico por el Real Protomedicato del Supremo
Gobierno de este Reino. Radicaba en Lambayeque desde aproximadamente mediados
del siglo XVIII, hasta que acaeció su muerte en 1787.
Después de una ardua investigación, hemos comprobado que en
todo ese tiempo el médico francés vivió con su familia en la mansión virreinal
ubicada en la vereda izquierda de la primera cuadra, saliendo de la plaza
principal, de la antigua cuadra del “Cabildo” después calle de “San Roque”, hoy
calle “2 de Mayo”, colindante con la vieja esquina denominada, en el siglo
XVIII, “del Mascarón”.
Casona virreinal en la
que desde, aproximadamente, las cuatro últimas décadas del siglo XIX, viviera
también el cónsul de Inglaterra en esta ciudad, don Guillermo Valentín Fry. De
ahí que la casa fuera, en su momento, sede del consulado de ese país en
Lambayeque.
O sea, y para más
detalles, en la casa que adquiriera, a principios del siglo XX, don Augusto
Castillo Muro, casado con la poetisa doña Juana Rosa Sime Manuel de Villena,
padres del historiador lambayecano Augusto Castillo Muro Sime.
El prócer Juan del Carmen
Casós Barrionuevo, dejó de existir en la ciudad de Cajamarca, el 20 de agosto
de 1826, a la edad de 72 años. No
cabe duda que el tiempo fue el motivo principal para que sus restos no fueron
conducidos a Lambayeque, dado lo dificultoso y largo del trayecto. Con esto no
se cumplió uno de sus más caros deseos, el de ser sepultado a los pies del
retablo de Nuestra Señora de las Mercedes en la iglesia parroquial de
Lambayeque. Sus
honras fúnebres, se efectuaron el 22 de agosto de 1826, en la iglesia catedral
de Cajamarca, conocida también como la iglesia matriz de Santa Catalina o del
Sagrario, situada en el centro de la ciudad, al noroeste de la Plaza de Armas.
Tenemos felizmente a la
vista copia certificada de la inédita partida de defunción del general Casós
Barrionuevo, y para que conste la trascribimos literalmente:
El que suscribe
Secretario del Obispado de Cajamarca
CERTIFICA
Que en el Archivo General
de la Diócesis de Cajamarca, de la Parroquia del Sagrario, en el Libro N
1/D-5/9 y pagina N 5; se encuentra la partida de defunción siguiente:
Al margen.- Juan del Carmen
Casos.-----------------------------
Año del Señor de mil ochocientos
veintiséis en veintidós de agosto, se enterro de mayor en su propia Iglesia el
cadáver de Dn. Juan del Carmen Casos, de edad de setenta y dos años, hijo
legitimo de Dn. Juan Casos y de Da. Angela Barrionuebo del Castillo, casado y
velado con Da. Maria Francisca Bonifaz de cuyo matrimonio no deja hijo alguno
no testo ni hubo mas Sacramento que la Extremaucion, por la celeridad de su
muerte y para que conste lo firmo de que certifico
(sic).
Es copia fiel del
original citado.
Cajamarca 01 de Julio de
2014.
Cesar L. Urrelo Álvarez.
Secretario
Tanto Juan del Carmen
Casós Barrionuevo como Melchor Sevilla Navarrete, fueron declarados próceres de
la Independencia Nacional por Ley N 15721 emitida por el Congreso Nacional del
Perú el 28 de octubre de 1965. En esa oportunidad también recibieron esta
honrosa distinción los lambayecanos: Juan Manuel Iturregui Aguilarte, Pedro
Antonio López y Vidaurre, José María Muga, Eugenio Crisanto Yerren, Pedro
Yuyas, Valentín Mondragón, Mariano Quesada y Valiente, José Díaz de Arellano,
José Manuel Otiniano, parece que fue natural de Trujillo, y Juan Manuel
Poemape, este último, natural de San Pedro de Lloc.
Ahora bien, la población
lambayecana está tomando conciencia en el sentido de que el Acta de declaración de la independencia de Lambayeque, del 27 de diciembre de 1820, no se
firmó en la casa de la "Antigua Logia" o "Casa Montjoy", sino en los ambientes de la desaparecida “Casa Salcedo”, ubicada a espaldas de la iglesia
parroquial de esta ciudad. Eso es bueno.
En esta histórica mansión
moraba el acaudalado comerciante don Melchor Sevilla Navarrete, que sabemos no
era oriundo de Lambayeque. Sevilla estuvo casado con la no menos acaudalada
dama lambayecana doña María Villodas, de rancia y aristocrática familia,
avecindada en esta ciudad después de la ruina que asolara la engreída villa de
Santiago de Miraflores de Saña, en marzo de 1720.
La familia de doña María Villodas era propietaria, desde hacía mucho tiempo atrás, de la histórica casa, hoy lamentablemente desaparecida. De ahí deviene, el porqué de la residencia de Sevilla en esta casa. Antiguo solar de los caciques del pueblo, después, mansión señorial y solar patricio de los los Martínez y Ripalda, los Villodas y Martínez, los Peramás Villodas, los Salcedo Peramás, los Salcedo Taforó, los Salcedo Ruiz. En está "casa grande", como antaño la motejarán, vivió, los siete primeros años de su vida, el presidente del Perú don Augusto Bernardino Leguía y Salcedo, hijo de don Nicanor Leguía y Haro y de doña Águeda María del Carmen Salcedo Taforó, y por ende, sobrino de don Manuel y don Bernardino Salcedo Taforó.
La familia de doña María Villodas era propietaria, desde hacía mucho tiempo atrás, de la histórica casa, hoy lamentablemente desaparecida. De ahí deviene, el porqué de la residencia de Sevilla en esta casa. Antiguo solar de los caciques del pueblo, después, mansión señorial y solar patricio de los los Martínez y Ripalda, los Villodas y Martínez, los Peramás Villodas, los Salcedo Peramás, los Salcedo Taforó, los Salcedo Ruiz. En está "casa grande", como antaño la motejarán, vivió, los siete primeros años de su vida, el presidente del Perú don Augusto Bernardino Leguía y Salcedo, hijo de don Nicanor Leguía y Haro y de doña Águeda María del Carmen Salcedo Taforó, y por ende, sobrino de don Manuel y don Bernardino Salcedo Taforó.
Del matrimonio de don
Melchor Sevilla y doña María Villodas vino al mundo, en 1812, doña Narcisa
Sevilla Villodas, que, en 1829, desposó con don Joseph Mariano Pantaleón Pastor
Martínez de Tejada. Durante su matrimonio procrearon 5 hijos, todos varones, el
último de estos vástagos nombrado José Mariano Pastor Sevilla, nacido en la
ciudad de Lambayeque en 1837, murió combatiendo heroicamente en la batalla de
Miraflores, el 15 de enero de 1881, en el marco de la guerra del Pacifico.
Es bueno saber que el matrimonio antes mencionado, tuvo
como morada una de las casas que poseía en Lambayeque don Mariano Pantaleón
Pastor Martínez de Tejada, y es la que ahora se conoce como casa “Aguilar
Pastor”, ubicada en la antigua calle de "San Roque" hoy "2 de Mayo", declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1989. Una placa
recordatoria, colocada en uno sus amplios muros, debería perennizar el nombre de tan
valiente como ilustre coronel lambayecano. Debemos agregar también que en esta
casa vivió gran parte de su niñez el laureado poeta, natural de Motupe, don
Emiliano Niño Pastor.
Parece que Melchor
Sevilla, después de desposar a María Villodas, tuvo un hijo en San Pedro de
Lloc, lugar donde poseía una bien montada panadería. Para mí, en particular,
creo que el filántropo sampedrano José María Sevilla Escajadillo, que naciera en San
Pedro de Lloc, en 1813, y dejaráde de existir en Lima, en 1886, sería el hijo que Melchor
Sevilla tuvo, en esa ciudad norteña, en doña Catalina Escajadillo.
Nuestra hipótesis, en
cuanto al cercano parentesco entre Melchor Sevilla y José María Sevilla Escajadillo, se
basa fundamentalmente en el testamento de este último, fechado en 1885; sobre todo en lo que
concierne al legado, que en libras esterlinas, donara a sus familiares y amigos,
buena parte de los primeros emparentados con la familia Salcedo en Lambayeque.
No cabe duda, que este importante instrumento los entronca de alguna manera.
De paso hemos podido
constatar también, indagando en la antigua papelería que se custodia en los
anaqueles del Archivo Regional de Lambayeque (ARL), que Melchor Sevilla tuvo
como socio principal, en algunos de sus pingues negocios, a don Manuel Custodio
Salcedo Peramás, aquel hijo
del español Manuel López de Osaba Salcedo y de la acaudalada dama lambayecana
doña Tomaza de Peramás Villodas.
Para terminar, creemos que sería de sumo interés, para el mejor conocimiento de nuestra incipiente historia regional lambayecana, saber de donde era oriundo don Melchor Sevilla Navarrete.
Felizmente, gracias a los
datos proporcionados por el distinguido historiador y genealogista peruano Antonio Borda, radicado en
España, sabemos, ahora, que el prócer don Melchor Sevilla se encuentra
sepultado en un nicho perpetuo en el antiguo cementerio “Presbítero Maestro” de
la ciudad de Lima.
PD. Estamos a punto de concluir
con una breve semblanza biografía del general Juan del Carmen Casós
Barrionuevo. trabajo que nos propusimos realizar desde algún tiempo atrás y que
lo publicaremos en su oportunidad. En el consignamos inéditos datos sobre su
vida. Quiero agradecer, de paso, a mi dilecto amigo el abogado Carlos Monteza
Delgado, por haberse tomado el trabajo de viajar a la ciudad de Cajamarca y
remitirme el, hasta ese momento desconocido, certificado de defunción del
general Juan del Carmen Casós Barrionuevo, que con antelación había yo
solicitado a la Diócesis de Cajamarca.
Excelente Jorge .Como siempre, Un Abrazo
ResponderEliminarCASÓS: PROTECTOR DE UN CORRUPTO
ResponderEliminarSi la historiografía --sobre todo las biografías o semblanzas de próceres--- omite información importante, deja de ser científica y se convierte en apología.
Todos los que trabajamos la historia regional conocemos que Casós, aprovechando su cargo de alcalde, empezando el siglo XIX, liberó de la prisión al terrateniente y ex ADMINISTRADOR de los "estancos" del tabaco, los licores, los dados y los naipes Ignacio Vicente de Lara, quien había sido condenado a prisión por haberse apropiado de CATORCE MIL PESOS de dichos monopolios estatales.
Dado el poder y gran influencia regional de dicho corrupto personaje, tuvieron que intervenir directamente el Subdelegado de Trujillo y el Virrey para ponerlo en la cárcel. Pero logró quedar impune. La docta historiadora lambayecanista Susan Ramírez lo consigna así:
1) "El alcalde local, don Juan del Carmen Casós, le puso en libertad poco después con la endeble excusa de que nadie sabía graduar el tabaco tan bien como él": 2) Luego, con el apoyo de otros potentados, Lara logró evitar el remate de su casa y tierras, quedando por tanto totalmente impune. ("Patriarcas Provinciales" --1991--, pg. 256).
Soy familia de los Casos, Ud. Trasmite odio solamente y deja en cero la obra de la independencia de Don Juan Caseoux, Ud. Sabe que en el mundo nadie es puritano? Hasta el General Don José de San Martín conjuntamente con Monteagudo de las suyas y bárbaros contra las esposas de los españoles leer a la Riva Aguero. Ud. Le corroe la envidia , si así fuera entonces no existirían héroes en ninguna parte. Más bien dediquense en rendirles ya homenajes a Don Juan, Saco Oliveros y otros y erirles un monumento por su alto servicios y déjese de estupideces.
EliminarMayormente la historia está escrita por los vencedores, los pocos que se atreven hacer desde la perspectiva del pueblo luchan contra todo un cúmulo de castillos construidos sobre la arena, por ello quien asume este reto tiene que ser lo más objetivo en lo posible.
ResponderEliminarSoy familia de los Casos, Ud. Trasmite odio solamente y deja en cero la obra de la independencia de Don Juan Caseoux, Ud. Sabe que en el mundo nadie es puritano? Hasta el General Don José de San Martín conjuntamente con Monteagudo hicieron de las suyas y bárbaros contra las esposas de los españoles leer a la Riva Aguero. Ud. Le corroe la envidia , si así fuera entonces no existirían héroes en ninguna parte. Más bien dediquense en rendirles ya homenajes a Don Juan, Saco Oliveros y otros y eregirles un monumento por su alto servicios y déjese de estupideces.
EliminarExcelente creo que estos documentos deberían tener un archivo iconográfico e iconológico
ResponderEliminarMuy interesante. En abril del 2022 fui a visitar la casona Aguilar Pastor. Vi que ahora se llama Muro Aguilar. En esa casa vivió mi bisabuelo Mariano Aguilar Pastor, un poeta lambayecano que muy pocos conocen. Estamos publicando su poesía en la web www.marianoaguilarpastor.com. Gracias por la información.
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